El fundamento de una familia feliz

El amor es una fuente de bendiciones porque no se irrita , de tal manera que cuando hay diferencias en el carácter de ella o de él, no hay rencor, resentimiento, amarguras, ni enemistades en casa; no hay pleitos, groserías ni malas palabras.

El amor no guarda rencor. Un padre sabio, siempre procura buscar que sus hijos se amen unos a otros. Nunca tiene hijos predilectos, a todos los ama igual y a todos les da el mismo valor. Un padre sabio sabe fomentar una conducta apacible en los hijos, no violenta. Sabe detenerlos cuando están cayendo en iras mediante la sana exhortación.

El amor no se goza de la injusticia . En un hogar donde hay amor no verás vicios, inmoralidades ni adulterios. No verás cosas que destruyen y corrompen el hogar, al contrario habrá un gozo en el amor de Dios.

El que está lleno de este amor, se goza en la verdad . No hay verdad más grande que amar a Dios con todo el corazón, con todas las fuerzas, con toda el alma, con toda la mente y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Así es quien está lleno del amor de Dios.

Dice la Escritura en Romanos 13:10 “el amor no hace mal al prójimo”.

Por eso dice la Sagrada Escritura : “Casadas, estad sujetas a vuestros maridos como conviene en el Señor” . El diseño de la familia cristiana es un respeto. La mujer debe respetar a su marido, no debe menospreciarlo. Debe someterse a él con amor y respeto sólo en lo que es justo y recto, no en las cosas que son desagradables ante los ojos de Dios.

“Maridos, amad a vuestras mujeres”. La palabra amor es mucho más que un sentimiento afectuoso; es un compromiso de ver que tu esposa sea feliz, no importa cómo tú te sientas.

“No seáis ásperos con ellas”. Algo que constantemente provoca la violencia del hogar es la aspereza del marido. Cuando éste es así se conduce duro con la mujer, la provoca, continuamente la está desafiando y comparando con otras mujeres; eso despierta en la mujer un sentimiento de molestia que puede irritarse hasta llegar a la violencia si ella no está llena de amor.

Los hijos, con el amor y la enseñanza que reciben de sus padres y de Dios serán motivados a la obediencia. Tal como dice la escritura en Efesios 6:4: “Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” .

Cuando el amor gobierna en el hogar se pueden soportar situaciones y adversidades. Este hogar estará firme sobre una roca, la cual es Jesucristo. Que Dios te bendiga.

Programa:
¿Hay alguien en casa?: "La importancia de la familia"
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