La obediencia es necesaria para los niños

Debemos estar cercanos a nuestros hijos en esta fase de instrucción, que gobernemos a nuestros hijos como sus servidores , que ellos puedan percibir en nosotros ese amor dulce, verdadero, que nuestros mandamientos, límites, correcciones, realmente sean para su bien y ellos lo entiendan así.

Merecen ser gobernados como criaturas racionales. Toda criatura que empieza a tener uso de razón se preguntará ¿por qué mi padre me pone estos límites? ¿Por qué mi madre me castiga cuando hago lo incorrecto? Ellos demandan razones. Los padres de familia deben responder a estas interrogantes.

Es gravísima la consecuencia de consentir a tus hijos. Estás destruyéndolos, es un amor falso decir: Yo le doy a mi hijo lo que él quiera y lo dejo hacer lo que a él le da la gana.” Esa es una manera muy fácil de hacer a un lado tu propia responsabilidad y no estar conciente de la importancia de criarlos.

Ellos necesitan que nosotros les mostremos amor verdadero , todo lo que respecta a su formación debemos hacerlo en un marco de amor.

No se trata que nuestros hijos sean criados en una atmósfera de terror, de golpizas, de castigos, se trata que sean criados en una atmósfera de disciplina, en un hogar donde hay leyes.

“Esta es la hora de levantarte de acostarte; esta es la hora para hacer tu tarea; esto es lo que tienes que hacer: asear tu cuarto, dejar tus zapatos en su lugar, cepillarte los dientes tres veces al día, no molestar a tus hermanos, no debes mentir, no robar, deberás siempre hablar la verdad con tus maestros...” Estos son los límites y son ejemplos solamente.

Un padre amoroso siempre estará conciente de velar porque las consecuencias sean cumplidas si un hijo quiebra cualquiera de estos mandamientos.
Programa:
Cómo criar campeones I: "Educando e instruyendo a nuestros hijos "
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Los padres: la gran clave para tener hijos campeones
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