El problema de la soledad y la muerte social

Una de las cosas con las cuales sufren las personas de la tercera edad, es precisamente la soledad . Pareciera como que pocas personas hacen caso de sus necesidades, que pocas personas reflexionan sobre la necesidad que tienen de recibir cariño y amor, de recibir comprensión o de platicar con la gente.

Con el correr de los años el hogar se ha ido quedando solo y ahí está ese hogar en el que alguna vez hubo mucho ruido, ahí está esa persona que alguna vez salía temprano a trabajar para ganar el dinero para alimentar a sus propios hijos. Y ahí vemos a esa persona habituada al trabajo con los niños, ese hogar donde algún tiempo hubo mucho ruido, movimiento, muchas pláticas, donde había mucha gente, de repente ese hogar se ha ido quedando solo, se ha ido quedando sin voces, sin ruido y la persona entonces empieza a sentirse sola.

Personas entusiastas, personas que nunca se dieron por vencidas ante la enfermedad, ante las dificultades económicas, ante las dificultades familiares, de repente empiezan a ser vencidos en su estado anímico, por esa situación de la soledad.

Las personas mayores se sienten muchas veces solas, sienten muchas veces que el mundo se ha olvidado de ellos o de ellas y esto es un sentimiento bastante frecuente en el corazón de las personas de la tercera edad.

Pareciera que sus familiares se olvidan en muchas ocasiones que es un ser humano, que tenga o no tenga recursos económicos necesita la compañía, el amor, la plática de sus seres queridos a los cuales él durante mucho tiempo sirvió, a los cuales él o ella durante mucho tiempo atendieron y que ahora están necesitando de sus atenciones.

Yo te invito a ti que lees estas líneas, si tienes personas de la tercera edad cercanas a ti, que revalores la forma en cómo lo tratas, que revalores la forma y el lugar que se le da a esa persona. Son personas que fácilmente se sienten solas y son personas que fácilmente sienten que nadie los ama

Pareciera que a algunas personas ancianas se les ha declarado un tipo de muerte social, pareciera que la sociedad se ha olvidado de ellos y ellos así se sienten.

Pareciera también que además de ese veredicto de muerte social, se les ha hecho una declaración de inutilidad a pesar de que hay muchas personas ancianas que tienen intactas sus capacidades intelectuales y a veces también sus capacidades físicas, pero pareciera que se les da una declaración de inutilidad. Ese es un grave error.

Mientras una persona anciana pueda hacer cosas, tenga una mente lúcida y con sus manos tenga cierta habilidad y con sus piernas sepa valerse, jamás hay que declararlos como personas que ya no se pueden valer por sí mismos, eso es un grave error.

Hay que incentivarlos a mantenerse activos, a mantenerse útiles en lo que puedan ser útiles según sus características, según su mentalidad, según sus fuerzas en sus manos y pies, es muy importante no relegarlos y no hacerlos sentir que ya no pueden ser útiles para nada.

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