Queda claro que la Biblia no aborda el tema directamente, pero sí nos da principios de los cuales podemos inferir acerca de qué hacer y cómo actuar, acerca de lo que actualmente se vive como noviazgo.

La Biblia sí nos da principios de cómo debe ser la relación entre los seres humanos en general, y por supuesto, nos dice cómo debe de ser la relación entre un hombre y una mujer casados y cómo debe de ser la relación entre un hombre y una mujer que no están casados. Esto es muy importante que lo entendamos, porque alguno dirá: “bueno, la palabra noviazgo no aparece en la Biblia ”. Es correcta esta aseveración, sin embargo la Biblia nos da principios para saber cómo debe ser la relación entre un hombre y una mujer.

El noviazgo como actualmente se concibe es más o menos lo siguiente: “Es un espacio de tiempo para conocerse”, un espacio muy variable por cierto, porque hay noviazgos que duran unos cuantos meses y hay otros que duran muchos años.

La gente dice que el noviazgo existe para que las parejas puedan conocerse y puedan decidir si se casan o no. O sea, la justificación del noviazgo es que la pareja debe conocerse.

Como actualmente se concibe el noviazgo, en ese espacio de tiempo, según entendíamos en las estadísticas que hace rato citábamos, se da una situación que es muy importante que la entendamos, esa situación se da en la gran mayoría de los casos: se empieza a dar un contacto físico que va desde besos y abrazos, hasta la relación sexual como tal. Esa es la realidad actual de lo que se concibe como noviazgo.

Entonces, ya teniendo este concepto, teniendo esta apreciación de lo que es el noviazgo, podemos considerar varios puntos acerca de lo que es el noviazgo, y de forma general podemos dividir el noviazgo en dos puntos: