El Gran Ausente en el Hogar: El Amor.
"El amor influye en la formación de nuestros hijos "
 

El afecto no suplido se busca por fuera.
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Cuando los hijos no se sienten relacionados con los padres, buscan el relacionarse con otros jóvenes ya sea por el deporte, los clubes, las pandillas o aun el trabajo escolar. A menudo la forma en que se visten o se arreglan, expresan un sentido de quererse relacionar con otras personas. Pero una de las formas habituales con las que los jóvenes buscan una decisión emocional es por medio de una relación afectuosa, con una amistad del sexo opuesto.

No cabe duda que muchas de las relaciones sexuales entre adolescentes son el resultado de la falta de afecto, cariño e imagen de un padre en casa.

Un médico estudió 49 culturas diferentes en todo el mundo para determinar qué efecto tiene el afecto físico y el toque corporal sobre los niños y los adultos. Aprendió que las sociedades más violentas eran aquellas en que los toques y el cuidado en la familia escaseaban. Si tú quieres desarrollar un vínculo emocional profundo y duradero con tus hijos, debes de mostrarles afecto y cariño.

En una ocasión, una jovencita estaba tan presionada por sus amigos en cuanto al sexo, y la plática era el sexo, el sexo, el sexo, que ella dijo: - ¡Ya basta! Yo quiero saber qué se siente. - Fue y tuvo una relación sexual y le fue muy mal. La relación fue horrible y ella quedó traumada.

Yo pregunto: ¿Dónde está papá? ¿Dónde estuvo papá durante esos 15 años de esta joven? No estuvo a su lado para darle amor y afecto. Le faltó esa imagen de padre que tanto ella necesitaba, teniendo que mendigar por ahí unas migajas de amor que finalmente se convirtieron en una relación de fornicación, que destruyó la castidad de la joven, llenándola de culpas y ocasionándole un embarazo temprano.

Otro joven de 16 años a quien llamaré “Pablo” (para proteger su identidad) me decía: “Me llegó al corazón lo que tú hablas, pero ¿sabes? Tengo un padre que se está divorciando de mamá y creo que él me trata más como un conocido que como su propio hijo”.

Otra de las jóvenes que atendí me dijo:

“Me siento sola. Pienso en las muchas veces que en mi vida me he sentido sola, intensamente sola, como si estuviera ahí sin nadie más. Me di cuenta que si estaba sola era porque quería un papá, alguien a quien pudiera llamar cuando me siento mal y que le pueda oír decir que me entiende y que pueda saber que me escucha, pero eso nunca pasó con mi papá... es así como estoy sola, sin ese vínculo con mi pasado”.

Ésta es una pobre joven que clamó, lloró por un padre, y él estaba perdido en la televisión, en la parrillada, en la cerveza, con los amigos en la calle, insensible completamente a su hija. Papá, tus hijos gritan por afecto, acércate a ellos, búscalos, ámalos, invierte tu tiempo en ellos. No es tiempo perdido. Es el tiempo más valioso que puedas invertir en toda tu vida.

Papá, ¿Qué piensan de ti tus hijos?
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