Por: Dr. Octavio Maldonado

Como mencioné anteriormente, la depresión es una enfermedad más común de lo que se piensa; tan sólo la Organización Mundial de la Salud estima que en algunos años esta enfermedad ocupará el segundo lugar en frecuencia a nivel mundial.

Basta con saber que alrededor de 1 de cada 8 personas de todas las edades y de todas las razas presentan depresión. ¡Imagínese usted si en este mundo vivimos más de 6 mil millones de personas, que alrededor de 1 de cada 8 presenta este trastorno en un momento dado de su vida! He aquí la gran problemática.

¿Pero sabe usted cuántos de estos episodios se manejan adecuadamente? Las estadísticas nos dicen que solamente 1 de cada 10 personas que la sufren reciben un tratamiento adecuado.

Este es quizás uno de los principales problemas de la depresión, porque como es una enfermedad que está íntimamente relacionada con el estado de ánimo y con los aspectos psicológicos, la connotación que le hemos dado históricamente a los trastornos psicológicos, para hablar de ellos como la locura o loquera, hace que muchas personas no busquen ayuda para resolverla.

Y como vemos en otras enfermedades de afectación sistémica o bien de afectación de otros órganos como la gastritis, la colitis, la dermatitis que fácilmente se busca al médico para poder obtener alivio de la sintomatología, en el caso de la depresión, como son síntomas psicológicos, anímicos o mentales, no se busca al médico o no se busca al terapeuta por este tipo de sesgos históricos que tenemos alrededor de las enfermedades de tipo anímico y de tipo emocional.

A pesar de esta frecuencia tan alta que observamos de la depresión, una de cada ocho personas en el mundo la puede llegar a padecer. Son muy pocos los que reciben un tratamiento adecuado, y son muy pocos los que realmente son diagnosticados.

Es por eso la importancia de que hoy revisemos este tema para que podamos tener una perspectiva mayor, o si existe alguna persona que quizá esté a nuestro alrededor o nosotros mismos, que estamos padeciendo un cuadro depresivo y que no sabemos exactamente qué es lo que nos sucede o cuál es el origen de ciertos problemas.

Yo me he enfrentado particularmente con personas que han estado en búsqueda incesante de maneras de tener mejor relación con sus familiares, mejor relación laboral o mejor desempeño en algunas áreas de la vida, pero no se han dado cuenta que están pasando por un estado depresivo y tienen que realizar esfuerzos casi sobrenaturales para poder llevar una vida normal y para poder tener relaciones adecuadas.