La importancia del ejemplo en la educación de los hijos.
 

Cuidado en la adolescencia: aparece el juicio crítico.
 

Por: Profr. Juan Carlos Díaz

Cuando los hijos son pequeños, tenderán a imitar en gran medida todo lo que vean que los padres realizan: su forma de hablar, el tono que ellos emplean, la manera de tratar a sus semejantes, etc. Esto se da desde que los niños son recién nacidos, hasta que los hijos tienen aproximadamente 8, 9 ó 10 años de edad.

Sin embargo, al inicio de la adolescencia aparece otro factor que los padres debemos tener muy presente: nuestros hijos comienzan a desarrollar lo que se conoce como un juicio crítico, o sea, comienzan a analizar todo aquello que les decimos, que les indicamos, que les ordenamos o que les recomendamos; ellos comienzan a cuestionar.

Los adolescentes comienzan a preguntarse de manera racional e inteligente la causa y la finalidad de cada una de las indicaciones o normas que han sido establecidas en el hogar y en un momento dado, comenzarán a preguntar abiertamente.

A un hijo cuando es pequeño, cuando tiene 4 o 5 años de edad probablemente se le puede influenciar un poco más sin que cuestione a su padre: ¿por qué sí? O, ¿por qué no?

Pero cuando un hijo llega a la preadolescencia o a la adolescencia, el desarrollo cognoscitivo que experimenta le hace tener un juicio crítico desarrollado, que lo llevará a cuestionarse muchas cosas que observa en casa, y no solamente a cuestionarse a sí mismo, sino comenzará cuestionar a las personas las incongruencias que ellos puedan observar en la vida diaria, en el ámbito familiar.

Meditemos en un ejemplo:

Un padre le dice a su hijo: “te prohíbo que me engañes”, “te prohíbo que me mientas”, “yo no acepto la mentira aquí en casa, me tienes que hablar con la verdad”, “no me tomes el pelo”, “no te quieras burlar de mí”.

Pero si de repente el hijo observa cómo el padre acostumbra engañar y mentir a sus semejantes, es decir, si de repente llega el abonero a la casa, toca a la puerta y el padre sabe que debe algún aparato que compró y no ha pagado el abono que le corresponde para esa semana o ese mes, y el padre cuando se entera que es el abonero le dice a la esposa: “dile que no estoy” , el hijo está observando que el padre está utilizando la mentira o el engaño para poder librarse una situación complicada, para poder evadir su responsabilidad, y salirse de un problema.

Si no hay un buen ejemplo tampoco hay autoridad
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