Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Para muchos de ellos, la esperanza estaba fincada en una relación sexual, pero terminó en un embarazo prematuro, terminó en una enfermedad venérea, en el SIDA, una insatisfacción, pérdida de autoestima, en trastornos emocionales o en promiscuidad, quizás en la misma prostitución, vidas degradadas, vidas que se han depravado moralmente por el intento de fincar su esperanza en una relación sexual.

Chihuahua es uno de los Estados de la República Mexicana que reportan mayor índice suicidios y esto a causa de la depresión.

En México, cientos y miles de denuncias del maltrato infantil se han acumulado en los últimos años. Según el INEGI, miles de niños son maltratados diariamente en sus hogares.

Otras estadísticas:

• 1 de 2 matrimonios termina en divorcio.
• El suicidio es la tercera causa de muerte más frecuente para los jóvenes entre los 15 y 24 años de edad.
• Se estima que cientos de miles de niños han recibido abuso y maltrato a manos de sus padres o parientes, según la Academia Americana de Psiquiatría para niños y adolescentes.

Estas estadísticas que estamos estudiando, nos hacen ver que hay distintas áreas en las cuales el hombre, la mujer, el joven, finca su esperanza en el dinero, en la salud, en un empleo, en un matrimonio, en una familia, en relaciones sexuales, etc., otros, en diferentes tipos de situaciones, metas deseos, que aparentemente iban a proveerles algo y no se cumplió.

¿Cuál es la verdadera esperanza? ¿Es un enigma encontrarla? ¿Para ti, cuál es tu espera? ¿Cuál es tu deseo? ¿Qué es lo que ambicionas realmente en esta vida? Pregúntate a ti mismo si las esperanzas que te has fincado se han cumplido.