El Matrimonio: "El amor realista"
 

La realidad del matrimonio
 


Por: Profr. Roberto Durán

La persona hace un cambio de su soltería para ahora a estar en una cuestión de grandes responsabilidades. Cuando un joven decide casarse sus amigos le dicen: “te vas a suicidar”, “finalmente te convencieron” y todo tipo de bromas que tengan que ver al respecto y efectivamente todas las historias románticas son interesantes antes de la boda, pero después de la boda ya no es tan interesante.

En alguna ocasión estuve dando una plática a matrimonios y les comentaba que generalmente se hace mucho énfasis en la vida romántica, en la cuestión de noviazgo y en las historias en donde se nos cuenta que de repente llegó la princesa le dio un beso a la rana y se convirtió en príncipe o al revés; yo les comenté que en la historia real no es así, cuando la gente está a punto de casarse muestra su mejor faceta, las cosa buenas de su vida, la gran amabilidad, el gran respeto, la sonrisa, la vida alegre, llena de amor, de comprensión, de atenciones, el novio regalándole la flor, la novia siempre sonriente, siempre arreglada, mostrando su mejor faceta pero esto es prácticamente la etapa prematrimonial.

Les comentaba en ese auditorio donde había muchísimos matrimonios, que la historia verdadera no es que el príncipe que era una rana finalmente se transformó, sino más bien es al revés, cuando las personas comienzan en esa etapa idealista se convierten en los príncipes, pero desde el momento en que se dan un beso y se les dice que están unidos en sagrado matrimonio entonces se transforman realmente en ranas, y ahí es donde entra la realidad de la personalidad, las desilusiones, el conocer más a una persona, en fin.

En este sentido el amor realista es una etapa en la cual las personas pueden mirar claramente lo que implica una vida matrimonial. Se ha desgastado la cuestión romántica, las ilusiones, el idealizar un matrimonio. Por ejemplo en el caso del varón, se da cuenta que ahora tiene que suplir la alimentación en su hogar, la salud, la educación, ropa, calzado y si tiene auto tendrá que estar pagando las mensualidades, tendrá que trabajar arduamente, etc. En el caso de la mujer, hacer de comer, llevar a los hijos a la escuela y recogerlos, hacer tareas con ellos, preparar la cena, lavar la ropa, planchar y además de todas estas actividades atender al marido y algunas mujeres todavía se dan el lujo de trabajar.

Si notamos la gran mayoría de las actividades en un matrimonio joven son de continua responsabilidad. Por esta razón los psicólogos le han llamado a esta etapa del matrimonio el amor realista. En esta etapa tanto uno como el otro están viendo solamente responsabilidades, llega el momento en que el esposo atareado y cansado de tanto trabajo llega a su casa y lo único que desea es ver la televisión, y el cuadro de ese marido llegando a casa no es como la etapa romántica de un marido llevando flores con una sonrisa que quiere interactuar con su esposa, con sus hijos, un marido que es feliz de estar en su hogar; la gran mayoría de los casos es un marido que llega exhausto sin ganas de interactuar llega a ver la televisión a cenar y lo que desea es descansar porque el día de mañana le espera un sin fin de actividades.

En el caso de la mujer tampoco se le ve con ese atuendo hermoso, esa sonrisa y felicidad, sino que ahora se ve a una persona cansada, desgastada y esperando a su esposo a que le atienda y desea ella platicar con él pero las platicas ya no son, “que bonitos son tus ojos” sino la plática se torna en la lavadora descompuesta, los niños se portaron mal, no hay para terminar la quincena, falta aquello o es necesario llevar a los niños al doctor, etc.

La realidad que se vive ante las dificultades ...
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