Por: Dr. Salvador Cárdenas

Un psiquiatra o profesional de la salud mental calificado, el que normalmente diagnostica los trastornos de ansiedad en los niños o adolescentes a partir de una evaluación psiquiátrica completa.

Hay muchas personas que opinan a veces sin fundamento y en base a eso se empieza a encasillar al niño o adolescente bajo una circunstancia psicológica o psiquiátrica específica, y esto lejos de hacer un bien, hace mucho daño.

Es muy importante ser responsable con la salud mental de nuestros hijos y por lo tanto el diagnóstico de fobia lo debe hacer una persona calificada, particularmente un pediatra o psiquiatra que tenga una capacitación adecuada en el trato para con los niños.

Los padres que observen signos de ansiedad severa en sus hijos o adolescentes, pueden ayudarlo buscando una evaluación y tratamiento temprano, en eso debe de basarse la ayuda que los adultos pueden darles.

El tratamiento precoz puede prevenir problemas futuros, es decir, si un niño de 5 ó 6 años empieza a evidenciar temores irracionales, fobias y ansiedades, eso lo va a limitar en muchos sentidos para un desarrollo emocional estable, es incluso como ya decíamos para no tener problemas para desarrollarse en su vida cotidiana.

Si dejamos pasar el tiempo sin buscar la ayuda adecuada, por supuesto que puede tener efectos emocionales, académicos, en el desarrollo intelectual, sentimental y emocional de nuestros propios hijos y no es lo adecuado, lo adecuado es que cuando estamos ante la sospecha fundada de que nuestro niño o cualquier pequeño pueda estar ante este problema podamos acudir con la persona adecuada para que se pueda dar un diagnóstico y tratamiento adecuado a ese niño.

Siempre se debe tratar cualquier padecimiento sea físico o mental lo mas pronto posible, siempre será mucho mejor que dejar pasar el tiempo, esto todos lo sabemos y creo que la gran mayoría de las personas en la sociedad en la que vivimos están conscientes de esto, por lo tanto cuando estemos ante estos síntomas o puntos que anteriormente mencionábamos, hay sospecha fundada de que puede tratarse de un problema de fobia y es un momento adecuado para acercarnos con aquellos profesionales que nos pueden ayudar en esa área.

En el asunto del diagnóstico de las fobias, debemos de tomar en cuenta algo, que en particular en el trastorno del pánico, puede ser difícil el diagnóstico en niños y adolescentes, cuando hay una fobia específica es mas fácil llegar al diagnóstico, tal vez sea necesario hacer varias evaluaciones por el profesional o especialista y pruebas en diversos ambientes para poder llegar a la conclusión o descartar que se trata precisamente de un trastorno de pánico.

Hay ciertas circunstancias donde el diagnóstico es fácil, y hay otras donde el trastorno de pánico puede ser complicado.