La Familia
 

Los errores de la madre de familia
 


Por: Dr. Salvador Cárdenas

•  No fortalecer la autoridad del esposo. Naturalmente, los hijos se ven bastante beneficiados cuando el padre de familia es responsable, funge como cabeza en un hogar y promueve la armonía.

El varón es la persona adecuada para ejercer la autoridad. Cuando esa autoridad es legítima porque el hombre está cumpliendo bien su papel de padre y esposo, la mujer debe contribuir en fortalecer esa autoridad que el marido tiene.

Pero hay muchas mujeres que pareciera que lo que están disputando es la autoridad y empiezan a contradecir las indicaciones del padre de familia; esto también tensionará y hará que la familia esté errando en su caminar.

Los jóvenes empezarán a menospreciar la autoridad paterna, el padre evidentemente se disgustará y molestará y todo por una mujer que quizás no está entendiendo que esa autoridad que el padre tiene es buena, correcta y debe utilizarla y ponerla al servicio de la propia familia.

Cuando hablamos de autoridad no hablamos de autoritarismo o prepotencia. El padre de familia es el principal servidor de la familia, es la persona que debe de servir con mayor dedicación a su propia familia a través de su trabajo, de proveer las necesidades.

Debe también atender las necesidades de su propia esposa en todos los sentidos: emotivas, sentimentales, de afecto, de atender las necesidades de sus propios hijos.

Pero también tiene ese respaldo que le da esa autoridad que como varón tiene en la familia, y la mujer tiene que aprender a respetar esa autoridad y cuando esa autoridad no se respeta tienen conflictos y grandes.

•  Ser muy consentidora. Por último la mujer también falla cuando se convierte en una madre consentidora, en una madre encubridora de las faltas de sus propios hijos.

Una mujer que actúa de esa forma, no ama a su hijo. Cuando tu hijo es pequeño, es el momento para formarle un carácter responsable, que lo enseñe a enfrentar los problemas que este mundo tiene, del diario vivir.

Pero cuando una madre se vuelve apapachadora, consentidora, encubridora de sus hijos, que en lugar de enseñarlos a tomar responsabilidades, que sus acciones pueden ser buenas o malas, que si son buenas les irá bien, y si son malas, pues les irá mal, si en lugar de enseñarles que la vida es así, les enseña un mundo color de rosa, un mundo en donde no hay compromisos, en que las cosas se solapan y no hay responsabilidades, esto hará que los hijos crezcan con un carácter irresponsable.

Por supuesto que una madre debe ser cariñosa, fomentar el amor y cariño en el interior de su hogar, pero no debe fomentar la irresponsabilidad. A muchas madres les gana el sentimiento y confunden el amor con el consentimiento, y hacen que sus hijos se vuelvan caprichosos e irresponsables, y muchas veces por eso se vuelven flojos.

Los errores más grandes de los hijos
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