La formación del carácter de los niños: La obediencia y la autoestima
 

Introducción
 


Por: Profr. Roberto Durán

El sueño, la ilusión, el objetivo, la meta de este hombre parecía hundirse en ese momento. Las críticas de periodistas, amigos y ciudadanos fueron despiadadas, los comentarios fueron terribles; tanto, que el New York Times de aquél entonces publicó lo siguiente:

“No fue una sorpresa el ridículo fiasco de la máquina voladora de Langley al intentar una navegación aérea. La máquina voladora que realmente llegue a volar deberá ser desarrollada por esfuerzos combinados y continuos de matemáticos y mecánicos… entre uno y diez millones de años”.

A cualquier persona esto le haría desistir de la lucha porque todo mundo está diciendo que eso es un fiasco, que no sirve, que jamás va a funcionar. Cuando hay una presión grupal en donde todos te dicen “no vas a poder, es imposible”, la gran mayoría de las personas sucumbe.

Pero este hombre no se dio por vencido. 8 semanas más tarde, después de hacerle modificaciones al Aerodrom, volvió a intentarlo, pero volvió a ocurrir lo mismo. Se produjo un desastre, las críticas fueron devastadoras.

A su “Great Aerodrom” todas las personas comenzaron a llamarle de una forma despectiva: “La locura de Langley” . Así se le llamó a la máquina voladora de este hombre. También comenzaron a señalarlo y criticarlo diciendo que había malgastado los bonos públicos. La presión continuó.

Definitivamente aquí quedaban dos opciones: que Langley se aferrara a su deseo de que el hombre volara y hacer lo que nunca se había logrado, algo histórico, o darse por vencido, y esto fue lo que lamentablemente ocurrió.

Derrotado y desmoralizado había abandonado su trabajo de décadas, de tratar de volar, sin haber visto jamás uno de sus aviones piloteado surcando los aires. Sucumbió. La falta de carácter en estas circunstancias es determinante para el éxito.

El pensar en aquél entonces que el hombre pudiera volar era una locura, inalcanzable; pero en nuestros días es algo perfectamente posible. Ahora ya no nos sorprende ver los aviones comerciales o que las personas puedan ir y venir gracias a los servicios de las aeronaves.

Se dio por vencido. Solo unos días más tarde los hermanos Wright, sin educación, desconocidos y sin recursos pero con un carácter diferente volaron su “ Flyer ” primer avión en Carolina del Norte.

El carácter, es algo que necesitamos obtener, que necesitamos cultivar. El carácter no se logra en un momento, es un trabajo continuo de los padres hacia los hijos y va a ser de mucho aprecio, le voy a explicar porqué:

No basta el talento, las capacidades intelectuales, la inteligencia, etc. Mejor que el talento es el carácter. Y es cierto, Langley tenía todas las capacidades intelectuales, era una persona eficiente en esta área, pero faltó un pequeño ingrediente: el carácter.

Un hombre llamado Bertolt dijo que el carácter es el diamante que raya todas las otras piedras. Todos los seres humanos necesitamos el carácter en momentos decisivos, cuando vamos a emprender un sueño inalcanzable, un negocio, una familia, un proyecto.

Donde otros fracasan se requiere carácter para lograr el éxito que tanto anhelamos y esta va a ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.

¿Qué es el carácter?
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