En el caso de los jóvenes que golpean a sus padres hay una de dos: los padres los maleducaron consintiéndoles todo y entonces ahora se levantan los niños y les levantan la mano a los padres porque jamás conocieron límites, o por otro lado, son jóvenes que de niños fueron educados de una forma muy rígida, sin amor paternal y maternal genuino y entonces se levantan amargados contra sus propios padres.

Estos jóvenes, cuando ya tienen la posibilidad física, optan por desquitarse y vengarse de aquellos que solamente los supieron mandar, mas no los supieron amar.

La causa de su conducta puede ser también porque hay problemas emocionales en sus familias o porque no toleran a la frustración; son niños que no aprendieron a relacionarse, a aceptar el éxito o el fracaso, son niños que ante cualquier circunstancia reaccionan de forma violenta y cuando ya no son niños sino jóvenes, se vuelven golpeadores.

Otra enfermedad que vemos hoy en día en adolescentes y jóvenes, es la anorexia tan frecuente en jóvenes de 16 a 20 años, así como en niñas de 9 ó 10 años, afectadas por el estándar social en donde la mujer exitosa, es la mujer que tiene determinado tipo de cuerpo.

Con todo esto es evidente que los padres están fallando en la educación de sus hijos y que no están aportando su grano de arena para la educación verdadera de los hijos.

Lo que se recomienda a los padres en estos tiempos tan complicados y difíciles que están atravesando es lo siguiente:

•  Que hablen con frecuencia con sus hijos.

•  Que al menos les dediquen 30 minutos diarios para platicar con ellos.

•  Que les animen en sus momentos difíciles, complicados.

•  Que los enseñen a estudiar, resolver problemas.

•  Que los enseñen a leer.

•  Que les involucren en el deporte.

Precisamente el deporte los ayuda a neutralizar en cierta forma la ansiedad y les enseña una disciplina básica, les enseña a ganar y a perder, a socializarse también.

Aquéllas son funciones que los padres tienen que hacer, pero lamentablemente los padres están trabajando para poderse comprar un mejor carro, o para poderse dar un viaje a aquellas playas tan agradables en las siguientes vacaciones.

Ambos están luchando por sus propios derechos y los niños están teniendo problemas de acoso hacia los demás compañeros, acoso entre escolares, los niños se levantan, son violentos, golpean a los padres, no tienen una educación basada en el amor y disciplina. Los niños están teniendo trastornos mentales y de conducta importantes.

El papel de los padres es crucial. Algunos autores indican que los padres tienen el 90% de la culpa de los problemas de sus hijos, y lo que cura es el cambio de actitud.

Entonces, si usted es una madre que dice: “Ay, es que mi hijo me salió malo”, pues yo le digo con mucho respeto, lo que le salió malo fue la madre al hijo, eso fue lo que realmente le salió mal. El hijo no le salió malo al papá o a la mamá, los que salieron mal fueron los padres del hijo porque no lo educaron, no lo amaron, no lo disciplinaron.