Sólo los mencionaré en una forma generalizada para que podamos conocer cuál de estos pudiera estar afectando a nuestros hijos si es que los hay.

El trastorno o desorden de la ansiedad generalizado , es una intensa y constante preocupación y estrés por aquellas cosas o situaciones que afectan al joven: la escuela, la salud, la seguridad, la familia, el futuro. Tienen temor a la enfermedad, a que alguien en la familia pueda ser lastimado, padezca un accidente, etc.

También hay gente que padece del pánico . Tienen pánico a un ataque, a que alguien les haga daño, a situaciones diversas. De pronto se ponen tan nerviosos que sienten sus corazones al latir, se les acorta la respiración, se sienten mareados, sienten como hormigueo, dormidas las manos, etc. Algunas veces las personas piensan que les va a dar un ataque al corazón, es terrible un ataque de pánico.

También está el desorden de ansiedad social , donde hay un intenso miedo de parte de los niños y adolescentes a las situaciones sociales. Se sienten nerviosos al levantar la mano en la clase, a cometer un error, a dar una respuesta incorrecta, a parecer tontos, en otras palabras.

El desorden obsesivo-compulsivo , es caracterizado por obsesiones, compulsiones. De pronto demasiada preocupación por enfermarse, por las bacterias, los microbios. La persona se está lavando las manos continuamente, tiene miedo a situaciones de preocupación, a veces no reales, simplemente imaginarias.

El desorden de estrés pos-traumático , se puede deber a un evento como un accidente de auto, un ataque, un crimen, una situación que la persona vivió o vio como un huracán, un terremoto, un tornado, algo que fue más allá de las fuerzas de la persona, que no pudo sobrellevar, que ella presenció y le dejó una huella en su cerebro.

También existe el déficit de atención que afecta a muchos niños. Se calcula que de 100 niños y adolescentes, 11 pueden padecer este déficit de atención, y este es un trastorno donde el niño no tiene la facultad de concentrarse, de estudiar correctamente, habla demasiado, escucha poco, es impulsivo. Puede ir acompañado de depresión y puede ser fácilmente detectado por los maestros de escuela, por los padres de familia, por el médico familiar.

Otros trastornos son las fobias o temores , miedos fuertes a diferentes situaciones, a las alturas, a los animales, a los aviones, etc.

En las familias pueden haber desórdenes de la ansiedad. A veces hay cuestiones hereditarias, genéticas.

Es importante entender que los neurotransmisores o las sustancias que transmiten los mensajeros químicos del cerebro ayudan a regular el estado de ánimo. Cuando aquéllos están afectados, el estado de ánimo está afectado también y puede ser influenciado por cualquiera de los trastornos de la ansiedad antes mencionados.

Si descubres que tus hijos presentan alguno de estos desórdenes de la ansiedad, debes buscar inmediatamente ayuda con el médico de cabecera de la familia, un psicólogo, un psiquiatra, una persona especializada en las neurociencias.