El abuso deja marca de por vidas en sus víctimas

En las familias puede haber enojos, discrepancias, puede haber castigos y disciplinas y cuando el muchacho se porta mal, el padre tiene todo el derecho de quitarle privilegios, de aplicarle algún castigo justo de acuerdo a su edad, esto es normal.

Pero, ¿qué sucede cuando el castigo es física o emocionalmente destructivo? Es ahí cuando se convierte en abuso. Y el abuso puede tener muchas máscaras, o muchas formas, hablamos de abuso físico, sexual y emocional.

El abuso físico es el más notable. La víctima puede tener moretones, golpes en su cuerpo, manos hinchadas, ojos cerrados, pómulos inflamados, etc.

El abuso sexual muchas veces se esconde por la vergüenza que sufren estas criaturas al ser violadas ya sea por un padre o por un hermano o un muchacho mayor de edad que abusó contra un niño.

Quiero decirte que la mayor parte de los abusos sexuales no se reportan por miedo, y este abuso sexual deja una marca que dura toda la vida.

En más de 20 años de experiencia en consejería familiar, nos hemos dado cuenta que muchas personas viven hoy infiernos verdaderos, angustias incontrolables, depresiones, trastornos emocionales o mentales por causa de haber sido abusados en su niñez.

Hasta el día de hoy van cargando esa herida, esa situación dentro de sí mismos que afecta su vida entera, tanto su vida personal, como su relación con su propio cónyuge y su relación con los demás seres humanos.

También el abuso puede ser emocional, y éste muchas veces aunque no deja huellas exteriores, tiende a ser el más peligroso. Puede ser acompañado de un lenguaje verbal grosero, sarcástico, burlón, puede ser simplemente el rechazo, la negligencia, la falta de responsabilidad de proveer ropa, alimento, techo, educación, afecto, cariño, soporte emocional a nuestros hijos. Puede traer también consecuencias muy desagradables.

 
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Hecho en casa II: "El hogar, un hogar de formación"
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El abuso, sus causas y consecuencias
 
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