Los hijos que viven con padre alcohólico

Muchos padres de familia acuden al alcohol para tratar de mitigar sus problemas de trabajo, económicos, enfermedades, problemas también de matrimonio; sin embargo esta es una puerta falsa, ya que lo único que producirá será un efecto temporalmente de relajación. Pero las facturas posteriores son costosísimas, incluyen la misma familia.

Los padres con estas conductas abusivas originadas por el alcohol tienden a culpar a sus hijos: "Me estás volviendo loco, ya no te aguanto" , y el joven se siente culpable, responsable de la conducta de su propio padre.

De acuerdo al Consejo Nacional de Alcoholismo y Drogadicción, en los Estados Unidos de Norteamérica hay cerca de 14 millones de americanos quienes se consideran como "bebedores con problema", o sea, tienen problemas en su forma de beber alcohol.

Incluyen 8 millones que tienen alcoholismo; 76 millones de personas son expuestas al alcoholismo en grupos familiares. Y muchos jóvenes se preguntan "¿Por qué me siento tan mal en casa?" La respuesta es con otra pregunta: ¿Qué atmósfera tienes en casa?

Si la atmósfera que tienes en casa es saludable, no te podrás sentir mal jamás; pero si la atmósfera es violenta, abusiva, si está gobernada por un padre alcohólico, entonces podrás entender por qué te sientes así.

Primeramente te sientes mal como adolescente porque tu vida emocionalmente es inestable, y debes aprender a estabilizarla.

Segundo, estás aprendiendo a enfrentarte con el mundo. También hay cosas que te confunden y te frustras cuando no encuentras respuestas para las mismas. Hay nuevas responsabilidades, ya sea en la escuela, en un trabajo.

Añádele a eso un padre alcohólico en este período de tu vida adolescente y te encuentras expuesto a sentirte sobrecargado por los abusos emocionales de tu propio padre, o abusos físicos.

Otros padres con este problema de alcoholismo, no proveen suficiente para sus hijos, no los nutren, ni los guían, ni los ayudan.

Y qué podemos decir cuando las drogas empiezan a mezclarse con el alcohol. No habrá dinero en casa, las conductas son impredecibles y los hijos sienten que están caminando sobre cascarones de huevo, que si dan un movimiento en falso, algo se va a romper.

En otras palabras, el hijo piensa: "Si hago o digo algo que no le parece a papá, van a empezar los platos rotos, las puertas rotas.", y esto produce un sentimiento en los jóvenes y adolescentes de soledad y depresión porque llevan una carga secreta en sus corazones que viven en sus propios hogares.

Vemos entonces por qué muchos jóvenes se sienten mal: porque la atmósfera en el hogar no es saludable para formar en ellos esa vida feliz donde puedan enfrentar los retos.

 
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