Las tres áreas principales de mayor cuidado en los hijos

Tercero: Llevarlos a una autonomía psicológica

Esto quiere decir respetarles sus ideas, aunque sean contrarias a las nuestras. Animarlos a que aprendan a razonar y a pensar en una forma independiente, es decir, que tengan creencias, que puedan entender sus sentimientos, expresar su amor, etc.

Si nuestros hijos siempre están dependiendo de nosotros para todo y no saben tomar decisiones y no saben cómo enfrentar los retos en la escuela, cómo decir no a las drogas, no al alcohol, realmente no estamos formando una independencia psicológica en sus vidas.

Lo opuesto a una independencia psicológica es el control psicológico. Esto es muy dañino, y está caracterizado porque en vez de ayudar a que nuestros hijos tomen decisiones por ellos mismos mediante el razonamiento, el entrenamiento y los buenos ejemplos, es simplemente tratar de cambiarlos haciéndoles ataques personales, quitándoles nuestro amor, induciéndolos a sentirse culpables emocionalmente, etc., y es cuando tratamos de controlarlos psicológicamente diciendo: "No hagas esto, si no te voy a hacer aquello".

O sea, en vez de enseñarlos a razonar y a que sean independientes, que desarrollen su mente, su razonamiento, su forma de sentir, su forma de pensar, tratamos de controlarlos mediante presiones, castigándolos seriamente, quitándoles privilegios, diciéndoles "ya no te quiero", "así no me gustas", "vete de la casa".

Pero ¿qué queremos obtener? Que nos obedezcan ¿en base a qué? A la presión, al control psicológico. Cuidado, porque aunque parece que estás ganando terreno en la conducta de tus hijos, después resulta que tus hijos aborrecen tu manera de ser y se forman terribles barreras.

Aquellos padres que son agresivos, violentos, que no razonan con sus hijos, que simplemente quieren imponer sus pensamientos, sin respetarles sus ideas, sin sentarse a platicar con ellos y a puros golpes y amenazas tratan de controlar a sus hijos, sólo van a lograr un control psicológico nada más, pero no una independencia psicológica en ellos.

Esto significa, que sus hijos van a ser atrapados por las drogas, por el sexo promiscuo, por la depresión, por la homosexualidad, por conductas o desórdenes de personalidad, van a fracasar en la vida. Son nacidos para perder porque no hubo padres cerca de ellos.

La combinación de conexión, monitoreo y autonomía psicológica puede sonar simple, pero evita muchas frustraciones en tus hijos y los puede llevar realmente al triunfo en sus vidas.

Programa:
Nacidos para perder I: Impresionantes descubrimientos sobre el desarrollo del cerebro
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Es indispensable investir tiempo en tus adolescentes
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