Esta es precisamente la problemática familiar que está siendo más frecuente: la discusión, las relaciones afectadas. Por ejemplo, si usted se disgustó con su adolescente y le dejó de hablar por unos días, se disgustó con su esposa y ya no están durmiendo juntos, eso es “un papalote con cola larga”.

Para muchas familias este papalote está de metros y metros y metros. ¿Por qué entonces es un error? Porque vamos dejando que la cola sea muy larga.

La vida familiar tiene propósitos, metas y un camino seguro, que es la formación y la crianza, pero cuando alguien se sale del rumbo necesario, hay que volver a ese camino. Cuán importante es estar al pendiente de cada situación que ocurre en la familia.

Si yo veo que hubo una situación entre mis hijos, debo de estar al pendiente hasta que se arregle. Si veo que la relación está fallando, tengo que hacer un alto en mi vida y arreglar las cosas, no dejarlas hasta que se empeoren.

Si tú no tienes una buena comunicación con tu hijo adolescente, y ves que no se lleva bien contigo, que no se lleva bien con sus hermanos y que está cada vez más apartado de su hogar, tú eres responsable de buscarlo, de fomentar la relación. Reconcíliate con tu adolescente.

A veces las cosas son tan malas en la familia que la relación se vuelve como el campo minado en las guerras. ¿Alguna vez ha visto caminar a un soldado en un campo minado? ¿Cómo caminan en ese campo? Cada paso que dan les puede costar la vida, dan los pasos con miedo y están con el alma en un hilo.

¿Así es la relación con tus semejantes? ¿Te tienes que cuidar de cada palabra? Debes de quitar el campo minado y en lugar de tener un campo así, hacer un campo donde puedas transitar libremente con tu familia.

Si tú no perdonas, si no tienes una vida libre de rencores, para comunicarte libremente con los tuyos y darte por ellos, venga lo que venga, estás fracasando. Es importante el perdón y el olvido de las cosas que en tiempo pasado han ocurrido.

Estuve en una plática de dos mujeres, donde estuvieron arreglando una situación de mucho tiempo atrás. Me sorprendió cuando una le sacaba cosas de hace 5 años y la otra respondía sacando cosas de hace 4 años. Ese papalote tenía una cola larguísima. Ellas no habían perdonado sus ofensas pasadas y eso les impedía relacionarse.

Las relaciones que se dan en la familia a veces son tan malas que las ofensas recibidas hacen que las personas se sientan muy mal. Si a su hijo usted continuamente le está diciendo cosas, palabras groseras, humillando, usted está batiendo su autoestima. Y así se siente él, que no lo quieren en casa, se siente incomprendido.

La gente llega a creer lo que las personas en su hogar les dicen y entonces llegan a desarrollar una muy baja autoestima. Pero cuando llega alguien que no está viendo sus errores, sino que observa las cualidades que tiene, la persona comienza a ser bendecida.

Si tu hogar es aquel hogar de papalote con cola larga, donde no se perdonan las cosas de hace 3 años, se las siguen sacando, siguen reprochándose muchas cosas, estás en una situación terrible. Cada situación que se da se debe de perdonar y seguir en esa buena relación.

No quiero decir que sea fácil. Los errores que se cometen continuamente son fracaso sobre fracaso, pero si tú los evitas, evitarás el fracaso en tu familia.

Yo te invito a que reflexiones en lo que hemos comentado en esta ocasión y veas los beneficios que vienen al evitar estos errores en la educación familiar. No pienses que alguien va a hacer tu trabajo, no hay varitas mágicas, tampoco pienses que las cosas son fáciles, no te desanimes, evita ese error, evita las comparaciones de tus hijos, son únicos, van progresando, lentamente, pero van progresando.

Y sobre todo, evita ese papalote con cola larga donde no hay ese entendimiento y perdón necesarios para llevar una relación saludable. Medita en estas cosas y verás un cambio. Que Dios te bendiga.