Cómo criar a nuestros hijos adolescentes III:
Cómo acercarnos a ellos

 

¿De dónde sacaremos amor y paciencia para darles?
 

Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Quiero hacer un llamado a los padres de familia a considerar y modificar su estilo de vida; a ordenar los horarios y prioridades para tener más tiempo para estar con sus hijos adolescentes; a acercarnos a ellos a base de una interacción y comunicación. Nos va a costar tiempo y trabajo.

Pero la pregunta sigue estando ahí. ¿De dónde vamos a sacar el amor y la paciencia? El ser humano no solamente tiene la necesidad de conocer, también tiene una necesidad espiritual. Y la herramienta más poderosa que podemos tener es Dios y Su palabra. Es algo muy importante.

Si nosotros estamos cerca de nuestros hijos, nuestros hijos van a estar cerca de nosotros. De igual forma, si nosotros estamos cerca de Dios, arrepintiéndonos de todo el mal que les hemos hecho a nuestros hijos, a las demás personas y a Dios mismo, nos apartamos de ello y nos volvemos a Dios, podremos alimentarnos de ese amor. El amor es fruto del Espíritu, es gozo, paz, paciencia, dominio propio.

Entonces, cuando estemos con nuestros hijos, ya no vamos a estar solos, vamos a proveerles dirección espiritual y así podrán discernir entre el bien y el mal. Tendremos la ayuda de Dios y de las Sagradas Escrituras para poder ayudarles en los problemas más elementales de su confianza.

Muchos padres se sienten muy inferiores y tienen un concepto muy bajo de sí mismos. Piensan que no pueden educar a sus hijos porque ellos no recibieron educación.

¡Pero hay esperanza! Hay un Dios en los cielos que está dispuesto a ayudarte y a suplir esa necesidad de sabiduría, paciencia, amor y dominio propio que tanto necesitamos para criar a nuestros hijos en esa difícil etapa de la adolescencia.

Quien es hijo de Dios sabe lo que es mejor para su familia, sabe cómo conducirse delante de ellos, cómo ayudarles, entender sus problemas, corregirlos y disciplinarlos.

Quien es hijo de Dios tiene acceso a las promesas de las Sagradas Escrituras, que son amplias y preciosas promesas  para nuestros hijos. Pero sin Dios, es imposible.

Jesús dijo: “Separados de mí, nada podéis hacer”.

Yo te invito a que el día de hoy vuelvas tu corazón a Dios y creas en él; aquél que murió en la cruz por todos, por los padres de familia también, para que seamos padres sabios, equipados con la sabiduría de Dios y de cómo hacer las cosas y que podamos criar a nuestros hijos adolescentes y ayudarles a pasar por esa difícil etapa, llamada adolescencia.

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