Problemáticas en la familia II:
"Problemas ocasionados por cuestiones económicas"

 

Aprenda a administrar su dinero
 

Por: Ing. Gilberto Ruíz

Muchas veces el dinero es desperdiciado. Conocí el caso de un hombre que era mecánico, conocía muy bien su oficio y lo hacía muy bien. Él trabajaba tres días a la semana: lunes, martes y miércoles.

            Como hacía su trabajo muy bien, en esos tres días lograba juntar una buena cantidad de dinero. Los demás días de la semana: jueves, viernes, sábado y domingo, el hombre se dedicaba a ver la televisión, a embriagarse y a dormir. Proveía lo necesario para que la familia ‘sobreviviera’ y se gastaba lo demás.

            Francamente, esta es una forma irresponsable de vivir. Si se tiene esa capacidad de sacar dinero mediante el trabajo, pues hay que aprovecharla. En el caso de este hombre, la forma de administrar los recursos siempre lo mantenían al límite.

            En caso de que se presentara una enfermedad o algún imprevisto no había una reserva de dinero, no había nada. El hombre vivía al día. Realmente, era un hombre perezoso.

            Algunos principios que podrían ser muy generales en cuestión del trabajo son: responsabilidad, perseverancia, diligencia y buena administración de los recursos. Muchas veces las mujeres son muy buenas para administrar el dinero, lo hacen rendir y hasta se dan su ingenio para poder ahorrar un poco.

            Pero si usted es una persona que le gusta malgastar el dinero, más tarde vendrá una necesidad y usted no tendrá el dinero necesario. Realmente, eso no es correcto.

            A las personas que quieren salir de la pobreza y formar un patrimonio para dejarles a sus hijos, yo les recomiendo que sigan siendo responsables, diligentes y perseverantes. No se desanimen porque a su tiempo cosecharán. Y el dinero, adminístrenlo bien.

            No gaste en cosas que no benefician. No se gaste su dinero en cerveza, en drogas ni en cigarros. Mejor súplale la necesidad a su hijo. Ahorre para pagarles la carrera o el estudio.

            Conozco a muchos padres de familia que dicen: “Quisiera darle a mi hijo lo que yo no tuve”. Es perfectamente correcto. Es tratar de darle al hijo la oportunidad de salir adelante. No le dé los malos hábitos y los vicios. Sea responsable, sea un buen ejemplo y podrá prosperar en su casa. Nunca lo olvide:

“La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece”.

Proverbios 10:4

Primero saquemos la viga de nuestro propio ojo
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