Por: Ing. Gilberto Sánchez

Por otro lado, tenemos a las personas que se consideran ‘ricas’, económicamente hablando; personas que viven en la abundancia de riquezas, lujos, bienes materiales, etc.

            Pero a pesar de que estas personas tienen abundancia en lo material, muchos de ellos llevan vidas infelices, enfrentan problemas y terminan dañando a su familia.

            Ya vimos que el dinero no tiene poder para solucionar este tipo de cuestiones. En mucha ocasiones, lejos de ayudar, el dinero empeora las cosas. En muchos casos, la abundancia de bienes materiales se convierte en un dolor de cabeza.

            Muchas veces hemos escuchado problemas de familias que pelean una herencia. Las personas se acercan a ver al enfermo que ya se va a morir, no por que estén preocupados por su salud, sino porque están esperando el momento en que muera para salir a pelear la herencia.

            Cuando el enfermo muere, se desata la guerra entre la familia: “¿Por qué te vas a quedar con el carro? Bueno, entonces yo me voy a quedar con la casa”. Esto hace más grande el problema, trae pleitos, enemistades, disensiones, discusiones, etc.

            Es cierto que el dinero trae ciertos beneficios, pero estamos entendiendo que no trae verdadera felicidad. Repito, mediante el dinero podemos tener una vida más cómoda que nos pueda permitir llevar una vida más fácil.

            Pero hay una pequeña línea divisoria entre lo que es tener el dinero a tu disposición para ser un complemento de tu vida y tener el dinero como un motivo para vivir. Cuando se pone al dinero como la base de la vida, se comete un grave error, error que cobra sus facturas.