Los problemas más comunes en el matrimonio y cómo resolverlos
Parte II

 

Discusiones destructivas y sentimientos de abandono
 

Las discusiones destructivas son: la falta de respeto hacia la opinión del otro, creer que uno siempre lleva la razón y no saber ponerse en el lugar del otro para comprender lo que le ocurre. ¡Agréguele a la mala comunicación este tipo de discusiones destructivas!

Las palabras destructivas son como golpes que da una espada muy afilada al cuerpo humano, arranca trozos de carne, hiere profundamente y quiebra huesos; el ejemplo es fuerte, pero verdadero. Así es la lengua que hiere.

El matrimonio es una institución de respeto en la que hay dos personas; se deben respetar las opiniones de ambos y no burlarse ni menospreciar al cónyuge, porque esto llevará a la destrucción.

A veces una palabra destructiva penetra hasta las entrañas, a lo más profundo del ser; esto hace que se anide por meses o años, generando sentimientos de rencor, resentimiento, ira y contienda en la pareja, alejando la comunicación en vez de fomentarla y causando problemas serios en el matrimonio.

Muchas veces se responde antes de escuchar: la mujer empieza a hablar algo y el hombre responde inmediatamente antes de oír. Esto es orgullo y soberbia, no dejar ni siquiera hablar a la otra persona; y trae oprobio, burla y escarnecimiento a la persona que trata de hablar. Además genera angustia en la pareja porque no se le escucha.

El corazón que escucha adquiere sabiduría e inteligencia sobre la problemática de su pareja; en vez de hablar prontamente, debemos aprender a hablar lentamente y a escuchar prontamente. El concepto mundano es el que más habla, el concepto moral, recto y espiritual es el que mejor escucha; ése es el que siempre tendrá la respuesta apacible y fruto de boca que llenará las entrañas de su pareja con palabras razonables y sabias que sacian.

Los labios que producen queja, amargura y falta de respeto destruyen los frutos buenos en la esposa. Hay un proverbio que dice:

“El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.”
Proverbios 18:22

Debemos aprender cómo cuidar a nuestra esposa, amarla y tratarla. Las discusiones destructivas lo único que hacen es alejar a la pareja, destruir la comunicación y generar un sentimiento de abandono.

El sentimiento de abandono viene por el exceso de trabajo de parte de uno de los cónyuges y la falta de interés por la pareja, esto hace que se deteriore la relación y el otro tenga esa sensación de abandono y de soledad que le lleve a buscar una solución, pero esta solución va a ser al margen de su pareja.

Este sentimiento se puede ver como una salida pasajera y momentánea, pensando en una futura solución; pero la mayoría de las veces no es otra cosa sino el comienzo de una ruptura, ya que los dos miembros de la pareja empiezan a tener vidas independientes: uno al margen del otro y con intereses distintos.

Llega un momento en que la pareja puede ser vista como un estorbo y un freno para el desarrollo personal. De ahí la importancia del diálogo y de buscar soluciones en el momento en que aparece el problema y no posponerlo.

La rutina
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