Las amistades

 

¿Tiene mi hijo una mala influencia?
 

Por demás está decir que los padres queremos lo mejor para nuestros hijos y que les entregamos lo mejor siempre que podemos, pero ¿qué ocurre cuando nuestros hijos no eligen lo más adecuado para ellos o cuando eso que eligieron es una amistad contra la cual sentimos que no podemos luchar? Generalmente los padres son los primeros en darse cuenta de que una influencia negativa está afectando a su hijo, dado que el vínculo que tienen con ellos es fuerte, afectivo y primario.

         Cuando las madres vienen a la consejería familiar o a la consejería de jóvenes, muchas veces no tienen pruebas pero intuyen que algo sucede con sus hijos. Una mala influencia puede ocurrir en cualquier lugar; los niños son influenciados por sus amiguitos y desde el jardín infantil es posible darse cuenta cómo las relaciones con otros niños pueden ser tremendamente significativas. Sin embargo, es en la pubertad y sobre todo en la adolescencia cuando esa influencia se hace notoriamente importante para los jóvenes, ya que el grupo adquiere una gran relevancia; desde los doce o trece años el grupo es fundamental.

         ¿Cómo saber si nuestro hijo está teniendo una mala influencia? Podemos saberlo si notamos que nuestro hijo que siempre fue de una determinada manera comienza a cambiar, si lo que antes le interesaba ya no tiene importancia para él, si las amistades de toda la vida se tornan distantes y si empieza a rechazar actividades familiares. Debemos estar alerta.

         Una amistad dañina hará que el o la joven se vuelve dependiente de su amigo, de lo que dice, de sus actitudes, de su influencia o indiferencia y generalmente se establece una relación poco sana donde hay un dominante y un dominado. El amigo es idealizado por lo que el dominado no puede ver sus defectos o debilidades, los padres describen esta situación como aislamiento. No quieren contar lo que hacen con ese amigo, lo que piensa porque saben que será sancionado por sus padres. Por eso, éstos deben notar la diferencia entre proteger al hijo de esa mala influencia y privarlo de amistades inocuas.

         Las amistades sanas tienen el componente básico de la libertad y del respeto por el otro, dos aspectos que en este tipo de amistades no se dan sino que pasa al contrario, no se respeta al otro en su legítimo derecho de ser diferente. También es relevante la labor del colegio en este sentido, ya que los profesores suelen darse cuenta del cambio en los niños que han tenido buen rendimiento académico o conducta y que de pronto comienzan a juntarse con cierto compañero y cambian drásticamente su conducta.

         Los comentarios y opiniones que los maestros hacen a los padres son una información importantísima y de gran ayuda si la asumen constructivamente. Muchas veces a los profesores les preocupa la inseguridad de los alumnos ya que a futuro podrían verse envueltos en ese tipo de relaciones y los padres, al escuchar esos comentarios, reaccionan airadamente, enojados con el colegio por hacerles más difícil la vida, por criticar a sus hijos y querer niños perfectos. Creo que los padres deben prestar oído a todos los comentarios que los hijos generen, poner atención, observar mucho y actuar a tiempo.

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