Las amistades

 

Las malas compañías corrompen las buenas costumbres
 

Ahora enfrentamos una situación distinta, el problema es que las malas amistades corrompen las buenas costumbres de nuestros hijos y los padres no sabemos qué hacer y cómo decirles a nuestros hijos que cambien de amistades. Tampoco es fácil, no sabemos cómo separarlo de esa amistad, cómo acercarnos y hablar con él, lo único que observamos es que la distancia se hace mayor conforme pasa el tiempo, los problemas de comunicación se incrementan.

         De pronto notas que tu hijo que fue brillante y siempre obtuvo lugares excelentes, tiene muy bajas calificaciones, pasa mucho tiempo fuera de casa, no te dice donde anda y cuando llega sólo va al refrigerador o a su cuarto pero nunca cruza palabra contigo. Tú como padre puedes sentirte frustrado, ¿qué es lo que está sucediendo? Simplemente, los adolescentes tienden a ceder a la presión grupal, sobre todo cuando llegan a esa etapa en la que ya van a ser jóvenes, se sienten obligados a copiar el comportamiento de los amigos y amigas con tal de no verse raros o ser rechazados y poder formar parte del grupo.

         Muchas veces tu hijo te dice que nadie lo busca en la escuela ni se acerca a él, que solamente se juntan entre ellos y se siente solo. Entonces tú das malos consejos: “acércate a ellos, gánate su amistad”. Con un consejo vago y nada sabio de nuestra parte, nuestro hijo se van a acercar a los muchachos tratando de hacer lo que ellos hacen: dándole los primeros tragos a la cerveza, fumando su primer cigarrillo, oyendo música que afecta su forma de pensar. Su conducta comienza a deteriorarse y cuando les preguntas qué pasa te dicen: “ahora me siento feliz, porque ahora tengo muchos amigos, ya fui aceptado”.

         Una razón por la que los padres no pueden separar a sus hijos de los malos amigos es que el amigo, generalmente, tiene una relación más fuerte que ellos con su hijo. Cuando los niños entran a la adolescencia ocurre un cambio de los hechos naturales, del crecimiento; sin embargo no es normal que exista una ruptura con ellos, que crezcan rebeldes o que abandonen el hogar. No es normal pero se presenta porque los padres no saben lo que está sucediéndoles a sus hijos o no les inculcaron valores en la edad temprana.

         Pero ya que sucede esto, ¿qué hacemos? Laruptura con los padres y el acercamiento hacia los amigos se ve como normal pero no lo es, algo falló en la crianza. Si el vínculo del adolescente con sus padres es sano, ellos eventualmente renovarán ese vínculo, esto sucede hacia el fin de la adolescencia, pero durante la mayor parte de ella, un niño normal estará más cerca de sus amigos que de su familia.

         Otra razón por la que los padres no pueden separar a su hijo de los malos amigos es simplemente que uno no puede quitar lo que no puede reemplazar. Hay muy pocas cosas que uno puede hacer para separar a su hijo adolescente de los malos amigos y las malas influencias. Aquí hay un gran problema, ¿con qué los reemplazarás si no eres su amigo, si has sido un padre fantasma? No puedes quitárselos porque no tienes con que llenar el hueco que va a dejar esa amistad.

Cómo alejar a tu hijo de las malas influencias
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