El 18% de los adolescentes entre 13 y 15 años en los Estados Unidos fuman cigarros, comparado con las demás partes del mundo, en donde es un 14%. Sólo el 56% de los fumadores adolescentes dicen que quieren dejar de fumar. El no querer dejar de fumar probablemente se debe al hecho de que los adolescentes tienden a subestimar los riesgos asociados al fumar en la adolescencia.

         Aún entre los adolescentes que creen que en la mayoría de los adultos mueren de causas relacionadas con fumar, sólo 1 de 4 la consideran para ellos muy riesgosa.

         Aunque el uso de cigarrillos ha disminuido en los jóvenes en los últimos años, los estudiantes de preparatoria usan más la nicotina que ninguna otra droga. Cada día más de 2000 adolescentes menores de 18 años comienzan a fumar en los Estados Unidos.

         Un gran número de adolescentes está usando cigarrillos asiáticos sin filtro llamados “bidis”, porque tienen sabores, son más fáciles de comprar, más baratos y se encuentran en las tiendas principales a un dólar la cajetilla.

         Se cree que son menos dañinos para la salud; sin embargo, de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades el fumar “bidis” produce niveles más altos de monóxido de carbono, nicotina y alquitrán, una sustancia untuosa, oscura, de olor fuerte que se obtiene de la destilación de ciertas materias orgánicas. El alquitrán se emplea en pintura, pavimentación, combustible, etc.

         Esto quiere decir que los llamados “bidis” que se supone que hacen menos daño resultan ser más peligrosos. Se reporta que casi el 13% de los estudiantes de preparatoria y el 4.4% de los de primaria fuman “bidis”.

         Los adolescentes tienden a asociar el fumar cigarrillos con ser populares. De acuerdo a un estudio reciente, el 40% de los jóvenes entre 14 y 22 años dicen que sus compañeros populares son más dados a fumar cigarrillos que sus compañeros que no son populares.

Muchos muchachos fuman en un esfuerzo por perder peso y las muchachas son especialmente vulnerables a esto. En un reporte dado al público en el año 2002 por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades se encontró que las muchachas que estaban tratando de perder peso eran 40% más dadas a fumar que las muchachas que no estaban interesadas en perder peso.

         Hoy en día, más muchachas están fumando cigarrillos que nunca antes. En 1999 el 35% de las jóvenes de preparatoria fumaban cigarrillos comparado con el 27% en 1991. A la fecha, más de 1 millón y medio de muchachas en los Estados Unidos fuman cigarrillos.

         El fumar en las adolescentes embarazadas ha incrementado desde la mitad de los 90’s. Agradecemos todas estas estadísticas a Catherine Kidman y Nicholas A. Pace quienes han realizado un excelente trabajo en su libro “Teen under the influence”, un libro digno de leerse.

         El uso del tabaco en los estudiantes durante el 2002 fue el siguiente:

• 2° de secundaria: 31.4%
• 1° de preparatoria: 47.4%
• 3° de preparatoria: 57.2%