Un gran lugar para dar amor: capacidades diferentes

 

Si mis padres no me aman… ¿qué puedo esperar de los demás?
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Qué decir de la persona que está creciendo con esa discapacidad si de pronto él al crecer se va dando cuenta de sus deficiencias y por ello le viene una situación de tristeza, una falta de autoestima… pues cuánto más al ver que la actitud de papá y de mamá es profundizar más esa situación, él va a sentir el rechazo, el menosprecio por parte de sus propios padres.

Dirá: “Si mis propios padres no me estiman, no me quieren sobrellevar, ¿quién me va a querer cuidar allá afuera?, ¿quién me va a dar de su tiempo, de su comprensión, si los seres que me engendraron y me dieron la vida no tienen amor por mí?

El muchacho puede entrar en una gran depresión, una gran frustración, una gran tristeza en su vida, una gran amargura, porque no ve el amor, no ve el cariño.

Qué diferencia puede ser también para un niño lo contrario: que tiene capacidad diferente y ve a sus padres tan contentos, tan pendientes de él. Eso le desarrollará una sólida autoestima, dignidad y confianza en sí mismo.

Claro, no mimándolo, no haciéndole cosas caprichudas o quererle quitar todo tipo de responsabilidad, tampoco se trata de eso. Tratarlo como un ser humano normal, con sus castigos cuando hace las cosas indebidas, con sus premios cuando hace las cosas correctas.

Obviamente entendiendo su capacidad de afecto: “voy a tratar a mi hijo igual que los otros pero conforme a su capacidad”, eso es darle su lugar, eso es darle a entender que a pesar de que tiene deficiencias, que tiene una capacidad diferente puede hacer su vida a su capacidad y puede ser feliz en esa vida.

Diferentes en lo exterior, iguales en lo interior
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