Por: Lic. José Eduardo Alvarado

Acerca de estas actividades peligrosas hemos enmarcado el consumo de drogas. Los adolescentes también viven profundamente ajenos a las consecuencias finales que esto trae añadido, es decir, si una persona de manera casi natural tiende a adquirir comportamientos sin entender las consecuencias que tienen más adelante, imaginemos el caso de los adolescentes.

Su cerebro está aún conformándose, están aprendiendo. Imaginemos cómo van a tener la capacidad de saber si esa conducta le va a traer o no consecuencias fatales. Es precisamente por eso la preocupación y le énfasis que hacemos en estos engaños.

• ¿Por qué los adolescentes consumimos drogas si sabemos que nos va a perjudican y pueden matarnos?

Esta pregunta pareciera implicar que el adolescente sí tiene conocimiento de las consecuencias que le va a acarrear, pero en el fondo desconoce totalmente la verdad. A propósito de esta pregunta, quiero decirle que, en la mayoría de las ocasiones, la introducción al mundo de las drogas es hecha por un amigo en un ambiente social.

Aquí es bueno mencionar que la gran entrada al mundo de las drogas casi siempre es el alcohol. El alcohol es una droga, los médicos la consideran así ya que produce efectos en el sistema nervioso y lo altera. En un ambiente social, propicio para los adolescentes y sus tendencias, es el lugar en el que ellos empiezan a tener contacto con esto.

Más allá, otras drogas como la marihuana y las píldoras suelen ser distribuidas en fiestas en las que el que no las usa no se atreve a decirles a los demás que no las usen, para no ser considerado aparte del grupo al que quiere pertenecer. Esto quiere decir que el aspecto de la aprobación social juega un papel determinante en la iniciación en el hábito de las drogas.

Tal vez valdría la pena mencionar a los padres de familia sobre algunos síntomas que advertirían del hecho de que sus hijos están consumiendo alguna droga:

• Inflamación de párpados y nariz: las pupilas o son muy grandes o muy pequeñas, dependiendo de la droga que se esté utilizando.
• Pueden aparecer extremos en la manifestación de la energía: la persona puede pasar de un estado de alegría a uno de tristeza profunda.
• El apetito va a extremos.
• Cambios súbitos en la personalidad: irritable, distraído, confuso o se vuelve agresivo, suspicaz y explosivo.
• El cuerpo y el aliento huelen mal: se puede descuidar el hábito de la limpieza.
• Trastornos del sistema digestivo: diarrea, náuseas, vómito, dolores de cabeza y visión doble, hay cambios en el tono de la piel y en la posición del cuerpo.
• Marcas de pinchazos en el cuerpo, en especial los brazos: estos pinchazos suelen infectarse y se convierten en abscesos y llagas sumamente complicadas de tratar.
• Deterioro de los valores morales y aparición de ideas y valores muy modernos y raros: cosas que antes no existían.

El papel del padre y de los que tienen contacto con los adolescentes debiera ser el más importante, informándolos, estando cercanos a ellos. Si no tienen una percepción correcta del mundo en el que viven a través de los ojos de los padres principalmente, los jóvenes van a ser objeto de los engaños de este mundo, del que cada vez es más difícil escapar.