El divorcio y sus efectos en los hijos
 

No estás solo
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Te daré un consejo: toma la decisión de no seguir el camino del divorcio. No sigas ese ejemplo de evadir la responsabilidad, de no enfrentar los problemas.

Quiero decirte que el matrimonio es muy hermoso y trae mucha satisfacción cuando se basa en el compromiso de buscar la felicidad de los demás. El matrimonio sí funciona.

Hoy en día, las personas buscan su felicidad supliendo sus intereses muy particulares, solamente están pensando en sí mismos. No olvides que el matrimonio es un lugar para dar amor.

Además puedes ser solidario con el padre o madre que haya seguido contigo. Ser solidario es unirte con él, si tú ves que él o ella se quedó contigo, puedes entender que es porque te ama, porque te quiere ayudar.

Es muy difícil tratar de cumplir los dos roles de papá y mamá. Solidarízate con tu padre o madre, apóyalo, sírvelo, agradécele que no se haya ido porque muchos casos hay en donde el otro padre se va.

Perdona. Tienes que perdonar porque es muy duro vivir con rencor y amargura. El perdón no consiste en que te olvides de las cosas, simplemente no te predispongas contra el padre que se fue, no le desees mal, no hables mal de él. Déjalo, es su vida.

Es sumamente importante que tú no busques venganza ni tampoco te desquites con aquellos que no tuvieron la culpa. Tienes que aprender a perdonar, de lo contrario vas a vivir una vida muy difícil.

También puedes mantener una comunicación directa con tu padre o madre que se quedó contigo. Háblale de cómo te sientes para que no caigas en soledad y depresión.

Ayúdate, ayúdense mutuamente, venzan el desánimo que va a venir, pero entiendan que la vida debe de continuar y que les va a costar hacer las cosas.

Ten ánimo, no todo está perdido, recuerda la promesa de Aquel que no miente, el Dios de toda la tierra ha establecido en Su Palabra:

“Padre de huérfanos y defensor de viudas
es Dios en su santa morada”
Salmo 68:5

No estás solo. Tienes un Padre que te ama y te está esperando. Acércate a Él. Lo encontrarás si lo buscas con todo tu corazón. Que Dios te bendiga.

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