Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

¿Qué se propone para el mejoramiento de la familia? Primeramente, que entendamos que el papá juega un papel constructivo muy importante para sus hijos; que el gobierno capte la necesidad de incrementar la relación entre el padre y los hijos; que los padres puedan comprender que sus hijos no sólo necesitan el apoyo económico, sino todo lo que el padre pueda ofrecerles cuando cumple con su papel; y, finalmente, que los hombres puedan trabajar en guarderías y escuelas, que no sea exclusivo de las mujeres, así los padres podrán entender y comprender el mundo de los niños y envolverse en su desarrollo.

Un padre es alguien que está cercano, al alcance, que siempre está presente en las necesidades del hogar; alguien que puede convertirse en un ejemplo de servicio, que está dispuesto a lavar la ropa o a cocinar cuando sea necesario, para que los hijos vean que está dispuesto a apoyar a su madre y de esta manera imiten su conducta.

Desgraciadamente, nuestra cultura latina enfatiza mucho el papel del macho, el hombre que no llora, que no tiene sentimientos, que sólo manda, que pasa mucho tiempo con los amigos y las mujeres y que tiene carácter fuerte; sin embargo, esa imagen ha desfigurado el verdadero papel del padre. Ser padre es ser un hombre de verdad, que la virilidad le caracterice en el respeto, amor y cariño, y que sea un esposo que apoya en el desarrollo académico de sus hijos. Lo importante es que los hijos sientan ese apoyo de sus padres.

Además, el padre debe comprender que la labor de la madre en el hogar es exhaustiva. Nosotros, como papás, a veces no nos damos cuenta del trabajo agotador que realizan las mamás en casa; trabajamos 8 o 10 horas diarias y llegamos a casa tan cansados que lo único que deseamos es descansar. Creemos que somos los únicos que nos cansamos, pero realmente mantener la casa limpia, lavar la ropa y plancharla, cocinar, criar a los hijos, ayudarlos con las tareas y estar al pendiente de sus enfermedades, es una labor mucho más agotadora que cualquier trabajo en la tierra, física y emocionalmente.

Por lo tanto, el verdadero hombre será un ejemplo delante de sus hijos y le dará a la madre momentos de descanso, para que siga haciendo bien su trabajo y de esta manera sus hijos lo imiten. Su papel en la edad temprana del desarrollo de los niños es muy importante; antes se creía que la responsabilidad del padre era sólo arrimar los centavos a la casa, pero ese papel estaba muy poco definido.

Conforme los tiempos cambian y nosotros vamos orientándonos más a Dios, a la consciencia humana, a la razón y a lo lógico, nos damos cuenta que el padre es mucho más que alguien que trae dinero a la casa. Un verdadero padre está involucrado en la crianza de sus hijos y en su desarrollo físico, social y emocional.

Los padres no son madres, son diferentes a ellas; sin embargo, hay maneras en las que pueden interactuar con los hijos. Los padres varones no sólo son capaces de nutrir, criar, educar, enseñar y promover valores en sus hijos, sino que también son capaces de desarrollar un papel que la madre no puede desarrollar, ya que el papel de padre es único así como la vocación de madre es única.

Por inclinaciones naturales, el padre se ve movido a jugar con los hijos y ser un compañero para ellos. El efecto de ser padres es muy importante porque el niño al tener cerca el apoyo, la compañía, la crianza y la enseñanza correcta de su padre, va a crecer en conocimiento, va a saber desarrollarse socialmente e interactuar con otras personas de forma normal, y va a saber solucionar sus problemas poniendo en práctica valores importantes como la honestidad, castidad y respeto, que aprenderán del padre.