Por: Ing. Gilberto Sánchez

No se te olvide que el amor se cultiva y se tiene que fomentar día con día. No puedes esperar que tus hijos cambien de la noche a la mañana si tú no te dedicas a formarlos. Formar un hijo requiere tiempo, esfuerzo, dedicación y sacrificio, pero créeme que una de las grandes satisfacciones que un padre puede tener es ver hijos bien criados, siendo personas útiles, honradas, responsables y obedientes. ¡Cuánta satisfacción trae a los padres ver que sus hijos tienen una vida digna y que son ejemplo para otros!

Nos da mucho gusto que nuestros hijos sean reconocidos por sus dotes académicas. Muchos padres esperan que sus hijos tengan grandes logros académicos, lo cual no está mal, pero luego esos jóvenes se vuelven soberbios, altaneros, groseros y no saben compadecerse de los demás. Lejos de ser útiles para la sociedad son un lastre. Se vuelven personas prepotentes que abusan de otros y causan mucho dolor a sus padres. ¿Por qué? Porque no hay amor, al contrario hay mucho egoísmo.

Lo contrario del amor es el egoísmo, lo que significa ver por el interés, beneficio y placer propios. El egoísmo es la base de todos los problemas que vivimos a nivel mundial. Por ejemplo, un padre adúltero está buscando su placer, a un ladrón no le importa el dolor que le va a causar a su prójimo, un joven que sólo está buscando una relación sexual con su novia no piensa en el daño que puede hacerle.

El joven que ama a su novia la respeta, la conoce, la atiende y, si la considera apta para ser su esposa, se casa con ella y entonces sí tendrá la libertad para tener una vida sexual plena. El amor es la respuesta a todos los problemas de la humanidad. ¡Necesitamos ese amor para levantar a nuestra familia!

Algunos consejos prácticos para los padres que quieren levantar su casa, poniendo un cimiento estable son los siguientes:

• Provee un ambiente seguro y amoroso en tu hogar.
• Crea una atmósfera de honradez, respeto mutuo y confianza por medio de tu ejemplo.
• Permítele a tu hijo adolescente la independencia adecuada para su edad, conforme a la confianza que él se haya ganado y bajo una continua supervisión.
• Desarrolla una relación con tu hijo que le permita ganarse tu confianza, para que cuando tenga un problema vaya contigo.
• Enséñale la responsabilidad básica para con sus cosas, su casa y sus hermanos.
• Enséñale la responsabilidad de obedecer las normas.