Por: Lic. José Eduardo Alvarado

Imagine una pared con grietas la cual usted quiere tapar para que tenga una apariencia de solidez. Si solamente recubre esa pared para darle una apariencia adecuada, pero deja las grietas del interior, tarde o temprano esa pared se va a venir abajo, porque su estructura está afectada.

De la misma manera ocurre en la familia. Aunque se hacen esfuerzos desesperados a través de asociaciones civiles y particulares, y de las mismas autoridades, es evidente que no se ha llegado a la conclusión de porqué ese fundamento es tan importante en nuestra sociedad.
No se ha considerado que sea necesario ir al origen del problema. Si lo hiciéramos así llegaríamos a concluir que lo que se tiene que corregir está en esas personas que intentaron formar una familia: en el padre y en la madre.

En México se hizo oficial que la edad para las primeras relaciones sexuales eran los trece años. A esa edad, los adolescentes están en una etapa en la que no tienen la capacidad adecuada para entender los sentimientos, ni la madurez necesaria para enfrentar un embarazo, posible resultado de la fornicación. Es evidente que a esa edad los jóvenes no pueden enfrentar esta problemática.

Hay casos de hijos que maltratan a sus padres, especialmente cuando éstos son ancianos o están enfermos. Uno de cada diez padres ha sido golpeado por lo menos una vez por sus hijos. Tres de cada cien, es decir, entre 700 mil y un millón de adultos en los Estados Unidos son sometidos a abuso verbal o físico cada año por sus propios hijos.

Si queremos construir una familia con cimientos sólidos, comencemos por entender las repercusiones que tiene la carencia de este fundamento. Mire a su alrededor, si percibe desaliento y depresión en sus hijos puede ser consecuencia de la falta de amor.

Es evidente que en nuestra sociedad el concepto de amor no está claro en la mente de las personas, se traduce como un concepto emotivo que tiene que ver con sentimientos o actitudes místicas que llevan a la gente a tomar decisiones incorrectas. Ese no es el cimiento al que nos estamos refiriendo. Si consideramos que el amor es solamente una emoción no podremos realizar los cambios necesarios en nuestra familia, porque a fin de cuentas el amor se traduce en decisiones, las cuales requieren muchas veces de corrección.

¿Qué es lo que falta en nuestras casas, en nuestra sociedad y en el mundo entero? Es precisamente el amor. Pero, ¿qué es el amor? Si buscamos una definición de un diccionario encontraremos que, entre otras cosas, amor es (además de afecto) cariño, comprensión y, sobretodo, buscar el máximo bienestar de los demás, pensar siempre en el bien de los otros antes que en el propio.