Ansiedad y Depresión
 

La consciencia, un juez que no se corrompe
 

Por: Lic. José Eduardo Alvarado

La culpabilidad muchas veces existe debido a comportamientos que violentan la consciencia de los seres humanos. Esa culpabilidad sí debe generar ansiedad y debe hacernos sentir culpables. Una causa principal de culpabilidad se debe a la moral actual.

La consciencia es una ley inmutable que está en todos los seres humanos y que les dice que lo hacen bien o lo que hacen mal. Cuando estamos gobernados por la ley de la consciencia sabemos que ser adúltero es malo, sabemos que consumir drogas está mal y sabemos que robar al prójimo no es correcto. Cuando lo hacemos nos genera culpa, la cual a su vez nos genera ansiedad.

Muchas personas viven actualmente con ansiedad porque son infieles con sus esposas, por ejemplo. Las amas de casa se sienten culpables por la amargura que experimentan contra sus maridos y se dan cuenta que eso afecta a su familia.

Cuando hay problemas en la familia, corajes, violencia o golpes, la consciencia sí acusa continuamente, como si fuera un juez que no se corrompe, y nos dice lo que estamos haciendo mal y nos recrimina. Ese sentimiento de remordimiento puede llevar a la ansiedad crónica.

En circunstancias de este tipo es importante tener la consciencia limpia y en paz. Psicólogos serios consideran que las personas deben hacerse responsables de aquello que han hecho y que ha afectado a los demás, en especial a la familia.

Cuando usted se aparta de ese mal que ha hecho, se vuelve a Dios y perdona, Jesucristo puede libertarlo de esa consciencia culpable, Él mismo puede gobernar su corazón y darle la serenidad y confianza para enfrentar los estados de consciencia culpable.

Algunos padres se sienten culpables por no haber hecho lo correcto con sus hijos; algunas esposas, por el odio que guardan contra sus esposos; algunos jóvenes, por el uso de drogas, por odiar y no querer perdonar. La consciencia les dice que eso no es correcto y no está bien, sienten culpabilidad y experimentan una ansiedad que los puede llevar a una depresión intensa.

No estamos diciendo que la depresión y la angustia no deban tratarse con un especialista, pero en tanto la persona no se vuelva de lo malo que ha hecho va a seguir teniendo conflictos. Aún los especialistas que tratan los problemas emocionales sugieren que es necesario descargar aquello de que están siendo acusados por su consciencia.

Nuestra mente funciona de manera muy compleja, pero en ocasiones solamente debemos alinearnos con la consciencia limpia. Cuando tenemos una consciencia limpia como la de un niño, no existe culpabilidad. En la gran mayoría de los casos, tener una consciencia limpia es lo que opera el milagro en la vida de la persona.

Es muy fácil ir con un especialista y tomar medicamentos, pero cuando la persona guarda cosas en su corazón que le provocan ansiedad, el problema va a persistir. Muchas personas viven deprimidas por causa de la consciencia culpable que continuamente les está recriminando, viven en un estado de intranquilidad, temor y aprehensión en su mente y ésta se agota y cae en depresión.

La Biblia no es un libro de religión sino de principios, que habla a nuestra consciencia y nos hace entender lo que es bueno y lo que es malo. Cuando una persona sometida a esa ley decide cambiar su consciencia, ésta vuelve a la normalidad. Cuando la persona decide dejar eso que la angustia y se vuelve a Dios, encuentra la paz, va a sentirse libre y con un espíritu sereno.

El temor produce ansiedad
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