Heridas Emocionales
 

Faltas en los padres
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Otra forma de herida emocional es la negligencia de los padres para con sus hijos. Es una forma de abuso considerada por los expertos como la más común de todas. Casi la mitad, 47%, de los casos verificados de abuso se deben a la negligencia en los Estados Unidos de Norteamérica.

40% de las muertes en niños se deben a la negligencia, 55% son debido al abuso físico y 5% a ambos.

¿A qué llamamos nosotros negligencia?

Es el hecho de que un padre o alguna otra persona responsable del niño no le brinda el cuidado necesario para suplir sus necesidades. El investigador Carl Wernicke define la negligencia como el no brindar ni siquiera el cuidado mínimo de comida, ropa, techo, cuidado médico, educación y supervisión.

Siempre hay ocasiones en que los niños dejan de comer una comida, visten ropa sucia o rota, van a la escuela con la nariz que les chorrea o sufren accidentes que hubieran podido ser prevenidos por los padres.

La negligencia involucra una falta de atención crónica repetitiva a las necesidades básicas del niño.

¿Cuántas personas se sienten hoy afectadas y llevan heridas internas que han sido ocasionadas por diferentes formas de agresión?

Los niños que se han criado en un hogar abusivo, aún siendo ellos mismos las víctimas, imitan la conducta abusiva al llegar a ser adultos. Algunos padres que abusan de sus hijos se sientes desconcertados y sorprendidos por alguna acción de sus hijos y explotan en una ira que toma por sorpresa a los niños y genera heridas profundas.

Le dije a mi esposo que no tomara más alcohol en la casa porque mis hijos lo ven y no es bueno para su futuro. Lo que él hizo fue emborracharse fuera del hogar y al llegar de su trabajo siempre llega tarde, muy noche. No cena con los niños. Los niños preguntan donde está papá, por qué no llega a la casa. Y cuando llega a la casa hay golpes, malas palabras y agresión hacia mis hijos.”

Casos como estos inundan nuestros hogares junto con la infidelidad matrimonial.

Estoy casada y con dos hijos preciosos, uno de 8 y otro de 4 años. Mi esposo y yo éramos muy felices criando a nuestros hijos. Pero algunos meses atrás mi esposo dejó el hogar y se fue a vivir con su amante y esta tratando de buscar el divorcio. Mis hijos preguntan, lloran y desean que su padre esté en casa. No sé que respuesta darles, me siento desesperada.”

La medicina más eficaz: el perdón
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