¡Quiero ser libre!
 

Libre para amar y hacer justicia
 

Por: Lic. Alma Gallardo

¿Depresiones, angustias, rencores? Deja todo eso! Ya basta, ya fueron muchos años viviendo en esa cueva oscura. Hace tanto que no has salido de ella. Se te ha olvidado que hay luz,  que hay colores en la vida. No todo es amargo, no todo es pleito ni celos, ni corajes.

¡Hay una vida maravillosa que no estás aprovechando!

Si durante años viviste presa de la angustia, y del temor, hoy puedes experimentar libertad.

Y no sólo libertad física. Necesitas ser libre de todos esos resentimientos que has guardado durante años.

Guárdate. Guarda mucho tu corazón y tu alma. Sé que te puede parecer muy difícil perdonar. Pero debes hacerlo.

Todas las humillaciones que has recibido de tu pareja, sus insultos, aquella vez que te hizo sentir tan avergonzada. Aquella ocasión que trató tan duramente a tu hijo. Todo ello te ha causado serias heridas en tu alma. Tu corazón estará muy lastimado. Hay heridas que te dejaron grandes cicatrices.

Todo eso, debes superarlo. Tu alma está muy dañada.

Tal vez has dejado crecer mucho odio dentro de ti. Y has pensado que el alcohol te va a ayudar a olvidar esos sufrimientos. ¡No! No es por ahí.

Todo ese resentimiento y coraje que has guardado por años en tu corazón. No se te va a quitar con alcohol, ni con otros hombres, ni con dinero ni con fiestas.

Sólo si perdonas. Perdonar es tu medicina. No hay más.

Debes perdonar para ser libre, para que puedas disfrutar la vida y amar a tus hijos. Para que seas una mujer realmente feliz, plena, llena de vida y llena de amor.

¿De qué te serviría rehacer tu vida al lado de tus hijos si vas a seguir con esa lanza de resentimientos clavada en tu corazón? Una cosa te aseguro: no vas a ser feliz.

Reitero, “de la abundancia del corazón, habla la boca”.

¿Te has fijado que muchas veces al hablar de tu pareja o de tu marido, hablas de él tan mal, con tanto coraje… se nota mucho resentimiento en tus palabras?

Sí, lo que hablas, es lo que tienes dentro. No has perdonado.

Perdonar te va a hacer libre. No contamines a tus hijos. Bastante daño ya han recibido al ver malos ejemplos en su casa. Perdonar te va a ayudar a no hablar mal ni con coraje. Necesitas perdonar para no arrojar todo ese resentimiento sobre tus hijos.

Esa es la importancia del perdón. Porque la persona con amargura, cuando habla contamina su casa. Desanima a sus hijos. Les vuelve a recordar, una y otra vez los traumas que sufrieron.

Alza tu voz, no calles
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©