La madre de familia y sus errores más frecuentes
 

La cobardía
 

Por: Dr. Salvador Cárdenas

Otro punto en el cual las mujeres se equivocan muchísimo, y sobre todo las mujeres en países latinoamericanos, voy a mencionar un punto que a los hombres no les va a gustar mucho, pero lo tengo que hablar porque es un error muy frecuente en las mujeres, y se trata de “tolerarle todo al hombre”.

Pareciera ser que hay una gran virtud –eso es lo que se pregona- de que la madre mexicana o latinoamericana, es una excelente madre porque le tolera todo al hombre.

La verdad es que no hay ninguna virtud en eso. Siempre es bueno tener una actitud reconciliadora, es bueno ser una persona que sepa perdonar, por supuesto ésta es una virtud reconocida en cualquier sociedad.

Y en un contexto cristiano, es evidente que el perdón es algo muy importante, la benevolencia, la disposición a reconciliarse y evitar que algún problema separe a una familia, eso es correcto. Es una actitud correcta.

Pero de eso a, ver la imagen de esa mujer eternamente sufrida, eternamente menospreciada, eternamente disminuida en su dignidad, y que la mujer tiene que soportarle todo al marido, todo al hombre… Hay una gran diferencia entre una y otra cosa.

No hay virtud alguna en que una mujer sea pisoteada, ninguneada, o humillada en su dignidad. Eso más bien pareciera un temor a enfrentar la vida sola, no un carácter virtuoso.

Esas mujeres siempre sufridas, siempre negadas y disminuidas en su dignidad y que le pueden soportar adulterios y soportar que el marido llegue alcohólico al hogar y que luego la golpee a ella o a sus hijos, que le puede soportar que el marido se gaste el dinero en una parranda, cuando sabe que tiene hijos qué alimentar, que le puede soportar infidelidades, etc.

Todo eso no es virtud y tú lo debes entender perfectamente, ahí no hay virtud, más bien hay una cobardía a enfrentar la vida de una forma distinta.

Porque un padre que golpea, un padre que abusa a los hijos y a su esposa, o que es infiel, pues no es ni padre ni es esposo. Eso no tiene nada que ver con la paternidad ni con el compromiso varonil del esposo.

Las Sagradas Escrituras nos enseñan en 1ª de Corintios 7, que “a paz nos llamó Dios”. No nos llamó a tener que soportar eternamente a un ogro que golpea, que abusa, que se emborracha y que es un pésimo ejemplo para los hijos, o que incluso abusa de los propios hijos, que les quita el dinero, que los disminuye, que crea hijos inseguros, etc. Repito: no hay virtud en eso.

Es importante que se haga diferencia entre uno y otro punto.

Es un error gravísimo de muchas mujeres en nuestra sociedad, se piensa erróneamente que una mujer virtuosa es la que soporta absolutamente todo. No hay fundamentos para actuar así, ni bíblica ni racionalmente.

Es decir, la Biblia no sostiene que la mujer tenga que soportarle todas esas injusticias al marido, y el uso correcto de la razón nos indica lo mismo. No hay razón alguna que justifique el soportar eternamente injusticias. Recalco, “a paz nos llamó Dios”.

No estamos aquí fomentando el divorcio, ni estamos en una campaña pro-familias divididas, sino todo lo contrario, nos interesa que las familias puedan funcionar correctamente, pero es justo y correcto que la mujer sepa que puede y debe defenderse de todo eso.

De parte de nuestras autoridades civiles, debes poner un alto a todo eso, y no tener que estar soportando tantos daños de manera indefinida.

Es muy importante que las mujeres estén conscientes de eso. Por eso es que hay tantos abusos y maltratos en los hogares, porque hay una cobardía disfrazada de virtud. No hay virtud en soportar esas cosas. Hay que tener dignidad para vivir.

Hay que enseñar a nuestros hijos a tener dignidad. Hay que hacerse respetar y hacer respetar a nuestros hijos los derechos que se tienen como mujer, y como hijos menores de edad. Hay que hacerlos respetar de cualquier manera. Cuando no se obra así, esto se convierte en un grave error de la mujer.

Además, la mujer muchas veces dice: “lo voy a soportar, ya cambiará”. Cuando la mujer soporta sin tomar cartas en el asunto, jamás se cambiará esa realidad. Al contrario, esa realidad se hará cada vez mucho más grave y difícil.

Puede ser que el asunto empezó cuando el hombre le dijo una serie de insultos a la mujer, y ella lo perdona, y esto se vuelve una práctica, un círculo vicioso en el cual el hombre insulta y la mujer perdona, y así continuamente. Pero luego ya no son insultos solamente, luego siguen los golpes, y la mujer sigue actuando igual, soportando todo tipo de humillaciones y cosas horribles.

Lo correcto es, cuando ya hay una falta clara de respeto, hay que saber que hay medios para ponerle un alto a esas faltas de respeto, y muchas veces funcionan, y el hogar logra salvarse.

Cuando no se hace nada, es cuando vienen los graves abusos posteriormente.

Fomentar la inmoralidad
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