El Adulterio – II Parte: Medidas Preventivas
 

¿Cuál es la verdad?
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

        La verdad es que el hombre adúltero NO AMA. Muchos adúlteros dicen: “Aún amo a mi esposa”. Mentira. Si amaras a tu esposa la respetarías.

        El amor no hace nada indebido, y menos comete adulterio. No tendrías relaciones con otra mujer que no fuera tu esposa si en verdad la amaras.

        Las excusas de los adúlteros surgen porque no desean admitir que realmente sus actos son inmorales, depravados, reprobados por la conciencia humana, por la moral, aún por muchas leyes en la tierra donde todavía reina la conciencia.

        Si tú eres un adúltero o adúltera, quiero decirte que tu juicio se ha corrompido, ya no piensas bien. Crees que es bueno o crees que todos lo hacen y tratas de justificarte, pero realmente piensa en una cosa: un día estarás delante de Dios y vas a ser juzgado por Él a causa de tu adulterio.

        Siempre en la exposición de nuestros temas queremos dar la aplicación espiritual: Qué dice Dios respecto de este problema. Su Palabra nos muestra la verdad respecto al adulterio.

        Ya vimos qué dicen la ciencia, las estadísticas, los consejeros familiares y especialistas de la familia, pero ahora ¿qué dice Dios?

“Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios”.
Hebreos 13: 4-5

        Esto quiere decir que no puede existir la relación extramarital. A los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.

        En una ocasión una mujer se acercó a Jesús. La trajeron y la acusaban de adulterio, entonces Jesús le dice: “¿Dónde están los que te acusaban, ninguno te condenó?” Ella dijo: “Ninguno Señor.” Entonces Él le contestó: “Ni yo te condeno, vete y no peques más.”

        Si tú estás cometiendo adulterio, cambia, deja de hacerlo, abandona ese acto perverso y destructivo y devastador contra tu esposa y tus hijos; ve que las consecuencias serán terribles.

        Jesús le dijo a la mujer adúltera: “Vete y no peques más”. Un verdadero arrepentimiento del adulterio es no volverlo a hacer jamás.

        El hombre o la mujer que realmente quiere arrepentirse de su adulterio, rescatar su familia, no lo hará jamás; eso está escrito en la Palabra de Dios.

        Recuerda que muchos hijos que experimentan el adulterio de sus padres tienen trastornos emocionales fuertes: depresión, algunos terminan en suicidio, finalmente imitarán la conducta adúltera del padre o de la madre que cometió adulterio, y entonces se repetirá el ejemplo de los padres sobre los hijos, sobre varias generaciones por esa conducta no arrepentida.

Si quieres salir adelante…
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