Por: Dr. Salvador Cárdenas

En la semana pasada se empezó a hablar sobre el aspecto sexual en la vida del ser humano. Cuál es el propósito real y puro de la sexualidad.

A partir hoy iniciaremos una serie de temas enfocados a analizar las formas de inmoralidad sexual, o comportamientos que no tienen que ver con el objetivo correcto de la sexualidad.

Iniciamos con este tema dedicado a hablar de las relaciones sexuales antes del matrimonio, o lo que se conoce también como “fornicación”.

¿Qué es la fornicación? Es ahí donde empieza el problema porque fornicación en el mundo actual en que vivimos se entiende muy poco, es una palabra poco utilizada y cuando se utiliza no se hace de la forma adecuada.

La palabra fornicación aparece en la Biblia, en la Palabra de Dios, y proviene de la palabra griega “porneia” y se traduce al español como fornicación y lo que literalmente quiere decir es “una relación sexual ilícita”

La única relación sexual que es lícita es aquella donde participa un hombre y una mujer casados, dentro del contexto del matrimonio. Cualquier otra relación sexual que no reúna estas características, que no esté dentro del matrimonio o que además no se practique entre un hombre y una mujer, es una relación que caería dentro del término “fornicación” o relación sexual ilícita.

Durante mucho tiempo conceptos tradicionales religiosos nos han hecho ver que el sexo es malo en cualquiera de sus formas, esto lo aclaro diciendo que de ninguna forma la Biblia te habla del sexo como algo malo dentro del matrimonio entre el hombre y la mujer; sin embargo sí es cierto que el cristianismo sostiene que fuera del matrimonio el sexo sí es algo inadecuado e incorrecto.

La fornicación es la relación sexual fuera del matrimonio, es aquella que pueden tener una pareja de novios, adelantándose al matrimonio o también la relación sexual entre dos personas del mismo sexo.