Aprendiendo a perdonar - Parte I

Los efectos del perdón

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Podemos ver los efectos del perdón en nuestros propios pueblos y ciudades: Qué hermoso es cuando en un barrio donde hay tantas pandillas que frecuentemente se están matando, de pronto se deciden perdonar y se acabó la violencia en ese barrio. Perdonar tiene efectos muy buenos.

De pronto vemos en el matrimonio que el hombre o la mujer es infiel pero su cónyuge decide perdonarle y le pone un límite: “es la última vez que ocurre esto” ; la persona en este caso, decide perdonar para salvar su matrimonio. En nuestros países latinos se entiende el perdón como una señal de debilidad: “No, no lo perdones, qué te pasa”, “no la perdones”, “te la hizo y ahora te la paga”, “no seas débil”.

Esto no es así, al contrario, el perdonar es señal de fortaleza verdadera. El perdonar puede ser la clave para abrir las cadenas que te tienen aprisionado al pasado, que te mantienen sin descanso en la tumba del rencor, porque has sufrido agravios, ofensas, o porque lo que te han hecho te ha causado una gran amargura, etc. Tan pronto tu memoria recuerda lo que te hicieron, te vuelves un esclavo de esos sentimientos, estás en una tumba, no puedes salir de ella y no eres libre para poder perdonar ni para reconciliarte con aquél que te ha lastimado o que te ha ofendido.

Los estudios comprueban que las personas que no perdonan tienden a declinar, inclusive en su salud mental con trastornos emocionales, estrés, ansiedad, depresión, etc. El perdón es maravilloso porque trae beneficios a la persona que pide perdón y a la persona que perdona. Es importante para la salud mental el aprender a perdonar los agravios, las maldades que te hagan.

En esta sociedad las cosas se vuelven cada vez más tensas, hay más ansiedad, la gente se vuelve más endurecida, los corazones se vuelven más callosos, más duros, y estamos esperando que nos entiendan, comprendan, perdonen, que no nos agredan, pero… la realidad es otra: nuestra sociedad empeora cada vez sus ofensas.

Si tú no aprendes hacer frente a esos agravios que vienen, si no sabes cómo enfrentar el estrés, la ansiedad que produce la falta de perdón, eso te va a afectar muchísimo. Te puedes volver una persona que cae en enojos frecuentemente, te vuelves una persona hostil, puedes empezar a guardar odio y se empieza a afectar incluso tu propia salud, como dijimos al principio, no solamente la salud mental, sino la salud física.

El Doctor Pietro Pietrini dice lo siguiente: “Tenemos la hipótesis de que el perdón permite a una persona vencer una situación sobre otra que se podría convertir en la mayor fuente de estrés y que le podría afectar mental y neurobiológicamente. El perdonar trae un cambio de pensamiento dramático y un equilibrio en la persona.”

Perdonando en todo tiempo
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