La tercera edad

La psicología característica de los ancianos

Por: Ing. Gilberto Sánchez

En la edad de la ancianidad se desarrolla un tipo de psicología característica, los ancianos empiezan a entrar en un contexto muy particular de relacionarse con los demás, forma de sentirse emocionalmente y es importante que estemos concientes de cuál es más o menos la psicología de estas personas, qué es lo que sienten, qué es lo que piensan o por qué se comportan así.

Para entender un poco esto debemos entender primero algo, que los rasgos del carácter de cualquier ser humano se acentúan al llegar a la edad avanzada. Esto es un dato bien interesante lo que te estoy comentando.

La persona es más uno mismo, es decir es menos influenciable por los demás, por los medios y por todo lo que sucede en el mundo. La persona se comporta más como realmente es.

Esto puede ser bueno porque se exaltan las virtudes de la persona, pero a veces no es tan bueno porque también se exaltan los defectos de la persona. Entonces el anciano es más él mismo, más que una persona de 30 ó 40 años que es influenciable por tantas cosas.

Tiene su propia psicología esta edad; por ejemplo, a la persona de la tercera edad se le dice que es una persona evolucionista, lo cual quiere decir que tiene una tendencia a volver al pasado, tiene una tendencia a querer que las cosas sean como antes y arreglar las cosas como antes y eso es lo que quiere decir este término, evolucionista.

También estas personas son nostálgicas, frecuentemente están recordando lo que un día fue una realidad y eso produce en ellos gran tristeza y abatimiento.

También la persona anciana es conservadora, lo cual quiere decir que se hace enemigo de los cambios, se aferra a lo que tiene y no quiere que cambie la forma de cómo se hacen las cosas, de lo que él piensa, de lo que él hace. Se vuelve sumamente conservador.

Además estas personas tiene una predisposición a la angustia por su inseguridad progresiva y tienden a sentir temor, miedo e impotencia por no aceptar las limitaciones y su propia realidad, son personas que durante toda su vida se ha valido por sí mismos y ahora entienden que necesitan ser ayudados constantemente en muchas cosas y esto los predispone a la angustia por su inseguridad progresiva propia de su misma edad.

También hay una tendencia a la depresión, esto es un rasgo muy natural, la tristeza tiende a invadirlos y esa tristeza puede llevarlos a menos actividad, a menos placer, a menos oportunidad de disfrutar las cosas buenas que la vida todavía le puede ofrecer y hay que estar muy al pendiente. Muchas veces estas personas ocupan palabras de aliento, palabras que los animen e incluso pueden llegar a necesitar tratamiento médico, farmacológico para ayudarlos a salir de un estado depresivo.

Hay un punto que también es importante entender, estas personas se vuelven egoístas, con la edad se puede llegar a una forma de regresión egocéntrica olvidándose de todos los demás, ven que tienen ellos muchas necesidades y se les olvida que su prójimo también tiene muchas necesidades, entonces ellos quieren formar muchas veces el centro de en lo cual gire un hogar, y eso los vuelve ciertamente egoístas. Es importante de una forma amable y jamás grosera tratar de sacarlos de ese contexto de egoísmo que es tan real en muchos ancianos.

Sin embargo, al mismo tiempo el anciano en muchas ocasiones también se vuelve bondadoso y comprensivo, esas personas que durante su edad productiva y cuando tenían fuerza eran personas exigentes, duras, estrictas y severas, ahora se convierten en personas comprensivas, bondadosas y es un cambio bastante notable.

Por eso te hago una sugerencia, nunca dejes el cuidado y la educación de los niños a los abuelos, porque normalmente tienden a chiquear mucho a los niños, a los pequeños, ya no les exigen, no los disciplinan, no los controlan y por eso se dice que los ancianos o lo abuelos mal educan a los niños, precisamente porque se han vuelto demasiado bondadosos y comprensivos y se les olvida que también los niños necesitan ser disciplinados y conducidos en ciertos límites.

Otros puntos más acerca de cómo es el anciano en su mentalidad, es que la persona anciana tiene menos control de sus cuestiones emotivas, por lo mismo es frecuente que lloren, es frecuente verlos melancólicos y por lo mismo prefieren encerrarse en su propio mundo y viven en un sentimiento hasta cierta forma de amargura, se ven solos, se ven llenos de emociones que no pueden controlar, que no pueden entender.

No podemos permitir que esto suceda, en lo posible tenemos que ayudarlos para que los años que Dios les permita vivir los vivan dignamente con una esperanza en su corazón.

El anciano también en su carácter tiende a exagerar las reacciones ante ciertos eventos, ante la menor contrariedad muchas veces el anciano se impacienta y hasta puede volverse violento.

Esto es bastante frecuente en las personas de edad mayor, ante cualquier cosa por sencilla que sea que salga mal, pueden volverse exageradamente emotivos en su reacción, violentos, molestos, inconformes y por lo mismo, muchas veces el anciano sabiendo que actúa de esa forma prefiere el silencio a exponer sus razones, prefiere muchas veces guardar silencio en lugar de tener una plática en donde quizás se tenga que contradecir a alguien.

La sabiduría acompaña a muchos de los ancianos
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