Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Podemos decir que la falta de perdón endurece el corazón, la falta de perdón hiere y lastima nuestras almas, desgraciadamente cuando no perdonamos nos volvemos cada día más y más egoístas, ¿por qué? Nos empezamos a centrar en nosotros mismos, de tal manera que ya no nos centramos en los otros, si no que el centro de la vida es nuestro propio “Yo”, nos volvemos muy sensibles a como nos tratan, nos volvemos muy sensibles así nos hablan bien ó no nos hablan bien, nos volvemos muy sensibles a como nos miran, como nos saludan o como no nos saludan, de tal manera que nos volvemos más y más egoístas.

Sabes una cosa, hace mucho daño el no perdonar, hace mucho daño el resentimiento en nuestras vidas, puedo decir que es una causa principal de la infelicidad del ser humano.

Quiero leer un testimonio que nos ha llegado, dice así,: “Mi hijo ha sido tan afectado por el comportamiento de su papá en casa, su papá a menudo grita, da golpes, avienta cosas y aún llega a romperlas, el niño se está volviendo más rebelde, no se puede controlar, hay mal comportamiento del niño en la escuela, se ha vuelto desobediente, corajudo y rebelde con sus maestros y se enoja muy fácilmente, en una ocasión el niño traía una pistola para matarse, porque no quería vivir más”.

¡Qué carta tan más conmovedora nos llegó!, imagínate estamos hablando de un niño que ha perdido el sentido de la vida, no quiere vivir ¿por qué? Porque es su casa observa a su padre violento, majadero, golpeador y esto, está afectando el carácter del niño.

Quiero decirte que los niños se afectan a tal grado psicológicamente, que la manera de sacarlos muchas veces ya es con tratamiento médico, sepáralos del ambiente en que viven y que ellos puedan tener un encuentro con Dios a través de Jesucristo, porque sus vidas son afectadas terriblemente.
Los niños hoy sufren mucho en los hogares por la violencia familiar, los niños sufren grandes heridas, traumas, trastornos en su personalidad,  en su razonamiento, todo porque ven violencia en la casa y de donde se genera está violencia en el hogar, precisamente  la falta de perdón, es el no querer perdonar, entonces yo quisiera que meditemos unos momentos en esto ¿Por qué es tan importante el perdón? Porque al no perdonar se dañan a más personas, se dañan a los hijos, se afecta su vida entera, estos, se hacen más rebeldes, más violentos, hay problemas en la escuela, en fin, se daña mucho, al no perdonar

De veras que nos asombra ver el daño tan terrible que trae a la sociedad y a la familia, la falta de perdón cuando este genera violencia en los padres, muchos padres cuando se acercan a la consejería familiar y matrimonial, nos preguntan ¿Por qué mi hijo es tan rebelde? ¿Por qué no me hace caso?, ¿Por qué mi hijo es una persona  no quiere hacer la tarea y siempre anda en la calle?,  muchas veces encontramos que es en el núcleo del mismo hogar  donde se ha generado un mal ambiente que ha dañado al niño, y cuando les presentamos a los padres que el problema es en la casa, se asombran los padres de entender que ellos mismos generaron a ese niño rebelde que después afectó en su conducta.

Por eso es importante que reflexionemos en este tema del perdón,  por que el perdón llega a afectar muchísimo en nuestros propios hijos, cuando nosotros no perdonamos esto puede afectar muchísimo a nuestros hijos