Más que un día malo I: Cuando la tristeza se convierte en nuestra peor compañera

Consuelo en el día malo

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Quiero terminar dando solamente unos pequeños principios de la Palabra de Dios: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar; llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí”.

Jesús el hijo de Dios ha venido a este mundo para darnos ánimo, y esto es precisamente lo opuesto a la depresión; Él ha venido para que nuestro cansancio, nuestro trabajo, la carga, ese corazón pesado, eso que nos oprime, pueda ser quitado y seamos nosotros libres.

Ese dolor que llevamos dentro, esos miedos, esos temores y temblores que caen sobre nosotros, tal como dicen las Escrituras en el Salmo 55, pueden desaparecer y entonces descansar nuestras almas: “¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría”.

¡Cuántas personas quieren escapar, volar, alejarse de los problemas para encontrar descanso!

Tienes que hacer lo que dice el autor de este Salmo: “En cuanto a mí, a Dios clamaré”. Clama a Dios, busca a Dios, busca a Jesucristo, busca y procura tener un conocimiento de Él, de Su palabra y Él puede aliviar mucho más profundamente tu tristeza.

Que Dios los bendiga, y muchas gracias por su atención.

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