Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Estamos viviendo una crisis moral en los adolescentes que está consumiéndolos y destruyéndolos desde temprana edad, que está degenerando en ellos los valores morales, familiares, y que los está volviendo esclavos de sus deseos y pasiones, llevándolos a situaciones sumamente difíciles de soportar y de aguantar para su edad.

La mayoría de los jóvenes piensan que no hay respuesta a las grandes interrogantes de la vida, para ellos la vida no tiene significado ni propósito, la mayoría de ellos se sienten insignificantes.

¿Se imaginan ustedes lo que es salir caminando en la mañana y sentir que lo que va a ser el adolescente en el día carece de significado?

¿Sabías tú que para muchos adolescentes y jóvenes de tu país, de tu ciudad, carecen de significado sus propias vidas? Tienen mil interrogantes, no encuentran respuestas a estas preguntas que vienen a sus mentes, son presas de sus pasiones y deseos, están abandonados del cuidado de sus padres.

Aún en la escuela hay un alto índice de promiscuidad; los maestros en lugar de enfrentar la situación fomentando los valores morales y éticos, a veces colaboran con malos ejemplos.de la religión, aún dentro de las instituciones oficiales.

Hay malos ejemplos que siguen los jóvenes; se sienten contagiados de imitar esas conductas que ven en la televisión, que oyen en la radio, esas escenas en las video cintas de pornografía o con alto grado de inmoralidad a los cuales son expuestos.

Esas cintas que están produciendo en su vida una imagen y en sus mentes un deseo, después conciben un acto carnal que los lleva muchas veces a la desesperación, al aborto, a las enfermedades venéreas.