Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

La desintegración familiar es una de las causas principales de los desórdenes o trastornos que hemos mencionado, tanto de la mente como de la ansiedad.

¿Qué está pasando en los hogares?

Si echamos un vistazo al contexto, veremos que la violencia familiar no solamente tiene que ver con las cuestiones de golpes, sino violencia emocional, violencia psicológica.

Uno de los factores de mayor influencia en la desintegración de la familia es precisamente el alcoholismo.

Las estadísticas revelan que de 1990 a 1995 se registró un notable incremento en el número de muertos y enfermos por alguno de los padecimientos relacionados por el consumo de bebidas embriagantes, como es la cirrosis hepática cuya tasa de mortalidad aumentó de un 15 a un 45% por cada 100,000 derechohabientes del IMSS.

O sea, que por desgracia en México ya existe una cultura del alcoholismo, y ésta es favorecida por la excesiva disponibilidad de alcohol que hay en el país.

En Iberoamérica y en España, el problema del alcoholismo en los jóvenes ha ido en incremento a pasos agigantados. No puede haber una fiesta si no hay alcohol, y alcohol en cantidades excesivas.

El consumo de alcohol excesivo es la causa principal de violencia intrafamiliar en México y en Centro América.

Mucha gente va al alcohol porque se siente sola, se siente culpable, se siente angustiada, tiene problemas económicos, el medio ambiente es muy estresante, etc. Sin embargo, no saben que detrás del consumo del alcohol vienen hogares infelices, desintegración y violencia intrafamiliar. El consumo de alcohol excesivo es la causa principal de violencia intrafamiliar en México y en Centro América.