LSD y otros alucinógenos I - "El toque", sobredosis, y efectos

El ‘toque’

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

El poderoso LSD en su forma pura es una sustancia sin color, ni olor, la cual es diluida por medio de otros agentes, o disuelta y diluida en líquidos para la venta al público en forma de tabletas o micro puntos, cuadros pequeños de gelatina llamados ventanitas, papel mancha o ácido de mancha, que son hojas de papel que contienen LSD. La droga se presenta ocasionalmente en cápsulas, polvos y cubos de azúcar preparados con LSD.

La fuerza promedio del LSD es de 20 a 80 microgramos por cada dosis, considerablemente menos que la de 100 o 200 microgramos comúnmente usados en la década de los 60’s y a principios de los 70’s. Una dosis de 25 microgramos producirá efectos alucinógenos en la mayoría de las personas.

“Estaba sentada por horas examinando lo exótico y magnífico de mi mano derecha, podía ver los músculos, células y poros, cada vaso sanguíneo era fascinante en sí; mi mente todavía se alborota con tal maravilla.”—Alicia (un diario real)

El LSD afecta los niveles de serotonina en el cerebro al bloquear ciertos receptores de serotonina y estimular a otros. La serotonina es uno de los químicos de buenas sensaciones del cerebro, asociado con el temperamento, el balance emocional y la conducta durante el sueño.

La droga tiene un impacto fuerte en dos estructuras del cerebro en particular: la corteza cerebral, la cual regula el temperamento, la lógica, la razón y la percepción; y el locus cerelus, el cual está ligado a la amígdala, al hipotálamo e hipocampo, entre otras zonas límbicas, y a las catecolaminas, difundidas por todo el córtex, el cual recibe e integra las señales sensoriales que provienen de todas partes del cuerpo.

Entre 30 y 90 minutos después de tomar LSD el consumidor empieza a sentir los efectos, y ya que el hígado metaboliza el LSD lentamente, los efectos pueden durar hasta doce horas.

La naturaleza del toque varía dramáticamente de persona a persona y de toque a toque, dependiendo de la dosis, la cual puede ser entre 20 y 100 microgramos. También depende de la personalidad del consumidor, del temperamento, sus expectativas, la experiencia previa con la droga y del ambiente donde la droga es tomada.

En cantidades pequeñas, entre 25 y 50 microgramos, el LSD crea ligeros disturbios perceptivos. Dosis más altas de 60 a 200 o más microgramos pueden imitar una enfermedad mental, haciendo que la persona vea y oiga cosas que posiblemente no existen en la realidad.

Los efectos no son completamente dependientes de la dosis; sin embargo, como un investigador dijo: “todos reaccionan de forma diferente a los alucinógenos, y el encantamiento de una persona puede ser el infierno de otra.”

¿Quién consume LSD y cuáles son sus reacciones?
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