Por: Lic. José Eduardo Alvarado

Nuestra motivación y preocupación principal es su familia, sus hijos y todas esas cosas que tienen qué ver con la cuestión familiar. Quisiera tocar un tema que, aunque es recurrente, es muy importante; nos enfocaremos a dos aspectos particulares de los engaños que hay en la adolescencia. La motivación es atender a un sector muy amplio en nuestra sociedad, ya que nuestro país es eminentemente joven.

Queremos abordar sustancialmente los problemas que aquejan a este sector de la población. Una de las motivaciones principales es a propósito de las inquietudes que los jóvenes nos han externado, las cuales quisiéramos platicar con ustedes.

En un estudio reciente que se hizo acerca de la sexualidad en los adolescentes, se les preguntó si ellos habían estado envueltos en actividad sexual sin desearlo todavía. Las respuestas nos muestran una tendencia interesante: 47% de los muchachos y 67% de las chicas respondieron afirmativamente. Es curioso que el 24% dijera que se vio presionado a tener contacto sexual porque no sabían cómo decir no.

Un adolescente escribió: “Estuve pidiendo razones para no tener relaciones sexuales premaritales y no me dieron ninguna”. Este y otros pensamientos de los jóvenes son motivo principal para esta plática. Decía al inicio que quería enfocarme en dos de los principales engaños en los que los adolescentes caen más frecuentemente, esos  son: las relaciones sexuales y el asunto de las drogas y el alcohol.