Los conflictos familiares más comunes y cómo resolverlos
 

La importancia de reflexionar y meditar al decidir
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

REFLEXIONAR  Se ha perdido mucho el hábito de la reflexión, realmente, la gente vive de prisa, sin reflexionar en lo que hace, ni pensar en que si es recto o no lo que se está haciendo, sobre todo no se reflexiona si es correcto delante de Dios lo que se quiere hacer, o si se está lastimando a la familia.

Tenemos que aprender a ser padres reflexivos y a considerar siempre el contexto en que nos encontramos. En otras palabras, aprendamos a pensar las cosas, aprendamos a analizarlas. Por eso las ideas acerca de posibles soluciones pueden ayudar mucho, porque dos cabezas piensan mejor que una, tres mejor que dos, y cuando se trata de aportar ideas y de comentar, puede enriquecerse mucho la posible solución.

…Continuamos con la serie de pasos para la resolución de conflictos y toma de decisiones:

CUARTO: Meditar acerca de la decisión
Hay terapeutas que aconsejan mucho orar la decisión que se va a tomar; en otras palabras, es presentarla a Dios. Claro tampoco debe ser un período muy prolongado, pero sí es muy importante orar, pedir la bendición de Dios, pedir Su dirección en lo que está por decidir.

Finalmente estamos acudiendo a Aquel que todo lo sabe, al que todo lo puede, al que no se equivoca, que nunca falla, que es perfecto en todos sus caminos, y cuando sabemos escuchar Su voz, podemos tener garantía de tener una respuesta que nos permita tomar una decisión sabia que nos garantice hasta cierto punto, el éxito en la resolución de nuestro problema.

Qué bienaventurada es aquella persona que confía en un Dios vivo y verdadero, es una persona muy bendecida en todo lo que hace, porque tiene una Guía segura: siempre es Dios y Su palabra, una comunión con Dios, y claro, la persona buscará siempre honrar a Dios en la decisión que tome, y Dios lo honrará también a él, por haberlo buscado con un corazón humilde y porque los caminos de Dios son rectos, son buenos y limpios. 

QUINTO: Elegir una solución entre las opciones que se hayan examinado
Una vez que ya se meditaron las decisiones, hay que elegir la mejor opción después de haberla platicado, evaluado y presentado a Dios. Simplemente se elige la mejor opción con fe y valor; vamos, no se le está dando vueltas: si ya se discutió, si ya se habló, si ya se puso delante de Dios, hay que elegir.

SEXTO: Actuar
En otras palabras: hágalo. Lo que decidieron, ejecútelo; si no lo hace usted, ¿quién lo va a hacer? Por eso multitud de hogares están desmoronándose, por la cobardía de muchos padres y de madres de familia que no actúan, no le entran al toro por los cuernos.

¿Podrá un niño resolver los problemas familiares que están pasando? ¿Podrá ir a un tribunal a exigir justicia porque fue violada? Obviamente no lo va a poder hacer solo, eso lo tienen que hacer los padres. Nuestros hijos necesitan que papá actúe, que mamá resuelva el problema y pronto, que tomen cartas en el asunto, si no se hace eso, no se van a resolver las cosas, no se va a avanzar en nada.

SÉPTIMO: Evaluar lo decidido
Una vez que se actuó hay que evaluar lo que se decidió. ¿Qué resultados obtuvimos? Hagamos una retroalimentación, hay que reflexionar en lo que se hizo, revisar los resultados, reconocer los errores, revisar las actitudes, ésa es la importancia de evaluar. Es muy importante hacerlo para saber si corregimos el error o no, si pudimos salir adelante o no, o si tenemos que tomar otra decisión, y tenemos que cambiar el rumbo.

Son principios que algunos expertos sugieren para la resolución de los problemas. Son pasos prácticos, con el propósito de que sepamos cómo enfrentar un problema y lo podamos resolver de la mejor manera.

Para tomar decisiones correctas
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