Los Rostros Ocultos del Suicidio I
 

Pide ayuda, la necesitas
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Por eso el día de hoy quiero darte esta esperanza porque muchos se sienten sumamente deprimidos, aislados, solos, piensan que ya no tienen ayuda, que ya no hay esperanza. Empiezan a creer en la idea del suicidio como una ayuda.

El dolor de un divorcio, de un fracaso en la vida, de la pérdida de un ser querido, de no poder resolver los problemas que son cada día mayores, es insoportable muchas veces. Esto nos llena de estrés, de ansiedad y depresión y nos puede cruzar por la mente la idea de ya no querer vivir.

No, mi amigo y amiga que me escuchas el día de hoy, de ninguna manera. Tú debes darte cuenta que sí hay esperanza, que aunque tu alma se sienta bajo el peso terrible de la carga que llevas dentro, que aunque te sientas asfixiar ante los problemas; quiero decirte que sí la hay.

Hay personas capacitadas que pueden darte consejos sabios. Hay personas a donde puedes acudir por ayuda. En tu ciudad debe haber un centro de ayuda para el suicidio, una línea de emergencia a donde tú puedes llamar, debe haber personas sinceras que puedan buscar tu bien y dirigirte.

No estás solo, aún existen personas que se preocupan por otros, que sienten compasión por el dolor humano, que sienten dicha de poder ayudar a otros.

Así es que, en estos días de tribulación, de ninguna manera intentes quitarte la vida. Te hago un llamado para que cobres esperanza, respires y tengas ánimo. Si te sientes molesto, preocupado acerca del suicidio, si sientes que tus padres no te comprenden y sólo están preocupados en sus problemas; si has sido abusado sexualmente o si alguien te ha lastimado o si te acusan de algo que no hiciste, o si te sientes bajo el peso del rechazo de tus seres queridos, todo esto puede afectarte y traer a tu vida una opresión y una tensión que puede ocasionarte dolor.

Puede verse tu mundo en caos; los escenarios familiares hoy en día donde hay violencia, abuso de alcohol, padres irresponsables, falta de amor, pleitos entre los hermanos; donde hay padrastros que no sienten amor por tu vida, o donde hay padres que todo el día están trabajando y no hay tiempo para prestarte atención… Recuerda, hay esperanza: Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza.

Somos débiles, no queremos  vivir y enfrentar los problemas, no sentimos con el agua en el cuello, pero Él es nuestra fortaleza. Por eso es importantísimo que escuches este llamado, quien quiera que seas, cualquiera que sea el problema que estás enfrentando: busca ayuda.

Necesitas ayuda, solo no vas a poder hacerlo. Recuerda que hemos hablado que el suicidio es un problema real en nuestra sociedad, es parte ya de la sociedad joven, es la segunda y tercera causa de muerte entre jóvenes y adolescentes en varios países.

En China, la tercera parte de las mujeres se quita la vida entre los 24 y 35 años de edad; la segunda causa de muerte entre los hombres es quitarse la vida.

En nuestros países latinos también el suicidio es una realidad. Enfrentemos los rostros ocultos del suicidio. Tratemos de identificarlos, de luchar con cada uno de ellos y sobre todas las cosas, entender que Dios es nuestro amparo, nuestra fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Que Dios te bendiga.

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