Por: Profr. Juan Carlos Díaz

Otra recomendación muy importante tiene que ver con el cuidado de los hijos o la atención de los hijos por terceras personas.

Cuando vemos las estadísticas frías y alarmantes de que el 80% de los abusos se dan en el ámbito familiar y que los victimarios tienden a ser parientes, ya sea cercanos o lejanos, que en este caso podrían ser padrastros, hermanos, primos, tíos o abuelos, nos damos cuenta que hay libertades que son muy inapropiadas, o decisiones que los padres tienden a tomar en cuanto a el cuidado de sus hijos a terceros.

Cuando un padre o una madre tienden a salir por cierta actividad laboral o de cualquier otro tipo, en ocasiones hay una confianza desmedida e incorrecta en los familiares precisamente porque son de la propia sangre pensando que esa es una garantía de seguridad para sus hijos, pero las estadísticas nos dicen lo contrario, nos dicen que el 80% de los abusos se dan dentro del ámbito familiar, y es precisamente por esta confianza inadecuada y excesiva.

Es decir, padre de familia, lo que queremos que tenga usted presente es que es necesario que usted pueda tener una supervisión estrecha de sus hijos, jamás dejarlo en lugares en los cuales ellos puedan estar a expensas a un riesgo en esta área y tampoco tener una confianza inadecuada o infundada en gente que en un momento dado pudiera ser un victimario de los pequeños.

Y aquí quiero hace un énfasis muy particular en cuanto no dejar a tus hijos bajo el cuidado de adolescentes.
Esta recomendación tiene un sustento en cuanto a muchos estudios que se han llevado a cabo, la adolescencia es una etapa en la cual los seres humanos comienzan a tener cambios hormonales, comienzan a tener cambios cognoscitivos, comienzan a tener ciertos intereses en áreas que antes no lo había; específicamente en el área sexual comienza a haber un despertamiento, por lo cual no es recomendable jamás que los hijos pequeños estén al cuidado de adolescentes.

Es muy común que esto se dé, que se practique aun en culturas como la norteamericana, en ocasiones se recurre a los que se les conoce como baby sitters y ellos en muchas ocasiones son adolescentes que son contratados para estar cuidando a pequeños, en ocasiones son los vecinos o gente conocida, pero es un grave error hacer eso, pues la adolescencia es una etapa en la cual los cambios hormonales generan un interés, una curiosidad desmedida en el área sexual, por lo cual es importante tomar cuidados.

Es necesario también tener cuidado en que nuestros propios hijos adolescentes no adquieran responsabilidades que puedan inducirlos y provocarlos en el área sexual, es decir, no permitir que nuestros hijos adolescentes estén cuidando o supervisando niños, cuando sabemos que ellos pueden ser inclinados a tener una cierta curiosidad de explorar, de conocer y aun de tener estimulación en el área sexual.

Otra recomendación más para los padres es el cuidado de los hijos en cuanto a las idas al baño en lugares públicos.

Yo veo con mucha tristeza y con indignación que muchos padres de familia en ocasiones dejan que sus hijos entren a baños públicos solos cuando aun son pequeños, ellos no tienen los medios para poderse defender y desgraciadamente en muchos lugares como estos hay gente mal intencionada que precisamente está esperando algún padre incauto que deje sus hijos entrar para poder molestarlos, para poder contemplarlos o para poder invitarlos precisamente a tener algún tipo de actividad sexual y recordemos que una experiencia de este tipo por un solo descuido a lo mejor de 10 minutos en el cual el padre abandonó al hijo, lo dejó ir a un cierto lugar donde entra a un baño público.

Esto puede generar trastornos no solamente en el área fisiológica, sino también en el área emocional y obviamente también en el área espiritual que posteriormente vendrá a repercutir durante el resto de su vida.