Lo que debe formar un padre en sus hijos VI Parte: Relaciones significativas en su vida
 

El Mejor Amigo
 

Por: Lic. Eduardo Alvarado

Un ejemplo interesante siempre motiva. El mayor ejemplo que conozco es el del Hijo de Dios, quien siendo rico, se hizo pobre por amor a nosotros cuando vio nuestra necesidad y que nada podíamos hacer para alcanzar la vida eterna. Se compadeció y actuó. Una verdadera relación significativa. Los testimonios de la Historia como el de Florence Nightingale; Abraham Lincoln (Lucha a favor de la libertad de los esclavos), de otras personas que por sus hechos lograron el favor de muchas personas. Siempre dispuestos a ayudar a los más débiles. Mi situación particular cuando ayudaba a levantar los escombros en la escuela donde había estudiado la secundaria y que impactó a mis amigos y familiares.

El caso de la Historia de Jack Kelley –redactor de asuntos extranjeros de USA Today- Su experiencia en Mogadishu, la capital de Somalia en el este de África, durante una hambruna.

Solidarizarse con los demás. La idea es “ponerse unos lentes” que nos permitan ver lo que los demás pudieran sentir, para poder ayudar. Las personas tenemos diferentes perspectivas de cómo es el mundo y por qué ocurren las cosas, aun en personas del mismo país o de las mismas raíces. Esto se logra para con nuestros hijos, llevándolos a considerar en sus experiencias desagradables, a tratar de entender por qué sus amigos pueden comportarse de manera que en principio parecería no adecuada. Llevándolo a razonar de las situaciones que la persona esté padeciendo o experimentando que le esté llevando a actuar de esa forma.

Enseñemos a sobrellevar las dificultades en sus relaciones. La idea es entender que las relaciones más profundas atraviesan en algún momento por una crisis. Nuestro ejemplo puede ser muy útil si usted ha sido de las personas que no abandonan a los amigos, aun cuando hubieran pasado por etapas de dificultad. Las crisis sirven para afirmar las relaciones como pocas cosas lo hacen.

En la aplicación espiritual recordemos las palabras de las Sagradas escrituras cuando el Señor Jesucristo expresó a sus amigos lo siguiente: Juan 15: 13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos… Él lo expresó sabiendo lo que iba a padecer y dio su vida para salvar la de aquellos que había amado y con quienes había establecido una relación muy duradera. Un ser humano es más conforme a su esencia, cuando aprende a darse por los demás, es más bienaventurado dar que recibir. De esta manera nunca nos sentiremos solos y habrá una satisfacción interior que nos impedirá sentirnos aislados. Somos creados para estar acompañados, Pues mejores son dos que uno. Y cuando hacemos el bien, nuestra conciencia siempre nos “aplaude”. Dios les bendiga.

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