Enfermedades de transmisión sexual
 

ˇVive la verdadera libertad!
 

Por: Dr. Salvador Cárdenas

Hasta aquí hemos hablado de varias enfermedades de transmisión sexual. No solamente existe el sida, esa enfermedad de la que todo mundo habla y conoce. También hay otra serie de enfermedades que son igualmente graves y complicadas, incluso algunas de ellas como el papilomatosis, son peores en relación a las muertes que causan cada año.

Qué importante es saber que a pesar de todo el bombardeo que vives diariamente en los medios de comunicación masivos -como la televisión, la radio y las revistas- en donde en todo momento te quieren meter el sexo, aprendas a respetarte a ti mismo y a respetar los límites que Dios ha puesto a nuestra libertad como seres humanos.

Como seres humanos, Dios nos ha dado libertad, pero toda libertad tiene límites; si no hay límites, la libertad se convierte en libertinaje. Vivimos en un país libre; sin embargo, yo no puedo hacer lo que a mí se me ocurra. Yo no puedo asaltar bancos, vender drogas ni robar en una joyería “al cabo soy libre y la libertad no debe tener límites”. ¡Eso no es cierto!

Mi libertad termina en donde empiezan los derechos del otro o en donde hay una ley que me dice que no me puedo pasar. La libertad, en todos los sentidos, tiene límites.

Como seres humanos tenemos libertad en muchas cosas, Dios nos ha hecho personas libres y tenemos el derecho de buscar la felicidad y de buscar realizarnos como personas. Pero eso no da derecho de romper los mandamientos de Dios y dentro de los mandamientos de Dios hay algunos relacionados con las cuestiones sexuales.

La Biblia, la palabra de Dios, dice que la fornicación y el adulterio están prohibidos. El adulterio es cuando alguien que está casado tiene relaciones sexuales con alguien que no es su pareja y la fornicación es cuando alguien que no está casado tiene relaciones sexuales. La Biblia lo prohíbe desde una perspectiva espiritual.

Desde una perspectiva moral también son inadecuadas ese tipo de actividades. La persona que anda teniendo relaciones sexuales comienza a sentirse mal, siente que la han usado. Físicamente, tampoco es correcto porque te expones a multitud de problemas.

La palabra de Dios dice en 2ª de Timoteo 2:22 “Huye de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz”. Esto es lo que te dice Dios. Es un texto dirigido a un joven como tú, de 17, 20 o 25 años. ¡Ten cuidado! No te dejes enredar en ese tipo de problemas. No te dejes llevar por la presión social que quiere moldearte a una forma, que quiere hacerte ver que no hay ningún problema teniendo sexo fuera del matrimonio, que dice que eso esta de moda, que es correcto.

No te dejes meter en moldes sociales actuales que te llevarán a olvidarte de Dios. Te invito a que sigas el consejo de Dios: “Huye de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz.”
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